Las cerezas son la segunda fruta más importada por China, un mercado codiciado por muchos países productores debido a los altos precios que los consumidores locales están dispuestos a pagar.
Es por esta razón que la decisión de la aduana de Shanghai de dejar de recibir cerezas desde Turquía sin duda es un golpe bajo para la industria del país mediterráneo, esto tras la detección de plagas en algunos envíos de la fruta, lo que representa un incumplimiento de los requisitos de inspección y cuarentena acordados por ambas partes. La medida se hizo efectiva desde el 25 de julio, mientras que las cerezas enviadas antes de esta fecha pasarán por un proceso de fumigación para poder ingresar al mercado.
Este anuncio complicará a Turquía, considerando que esta es su primera gran campaña en China tras la aprobación del protocolo de importación en junio del año pasado.
La producción anual de cerezas en Turquía es cercana a las 500.000 toneladas, siendo los líderes en el mundo. La campaña turca comienza en junio y julio, que son los meses de principal cosecha.