Como una sociedad para exportar uva seedless desde el Valle de Ica en Perú, nace en 1983 de la mano del ingeniero agrónomo Fernando Bustamante Belaunde, la Compañía de Exportación y Negocios Generales S.A (COEXA). En 1994, la empresa inicia una plantación de espárragos y en 1997 siembran sus primeros cítricos. Con el paso de los años, fueron reemplazando los campos de espárragos y uvas por nuevas variedades de cítricos, que hoy, con 420 hectáreas, les permite producir desde fines de marzo hasta inicios de septiembre.
“Mi padre es un apasionado del campo pero también tiene una gran visión empresarial. En 1983 inició en Ica una plantación de 110 has de uvas sin semillas para exportarlas al mercado europeo, y posteriormente a EE.UU. en 1994, luego de haber batallado para que nos abrieran ese mercado. Al igual que con la uva, se atrevió a iniciar plantaciones con distintas variedades de cítricos que aún no había en el país, dominándolas de manera exitosa y permitiendo ser una de las empresas con la fruta de mejor calidad del Hemisferio Sur”, afirma Fernando Bustamante Letts, gerente general de COEXA e hijo del fundador de la empresa.
Esta mezcla de trayectoria e innovación les ha valido importantes reconocimientos, siendo el más importante “el haber contribuido y ser parte del fenómeno agroexportador que vive nuestro país en los últimos 20 años, donde más de un tercio de los peruanos, sobre todo fuera de Lima, han salido de la condición de pobreza extrema”, comenta.
Crucial paso por Chile
Fernando Bustamante Letts se graduó de Administrador de Empresas en la Universidad del Pacífico en 1988, “cuando la situación política, económica y social del país era un caos, y era peor aún en provincias”.
No obstante, reconoce que durante una práctica que realizó en una agroexportadora chilena logró experimentar, comparar y descubrir que había un enorme potencial y mucho por hacer en el ámbito agroexportador peruano.
Tras esta experiencia, la vida de Fernando Bustamante Letts ha continuado ligada a Chile, pero ahora desde los negocios. Desde su mirada existen varios puntos de colaboración entre los países y diferencias estacionales que los llevan a compartir mercados.
Perú en el mundo
¿Qué imagen cree que existe de la agricultura del Perú en el mundo?
“Perú salta a la palestra en los últimos años ofreciendo grandes volúmenes de distintos productos provenientes del agro, y sobre todo que los ofrece durante muchos meses del año. En el caso del espárrago, se ubica como el primer o segundo país exportador y durante los 365 días del año; en palta estamos en el segundo lugar en el ranking mundial con exportaciones que van de febrero a septiembre; uvas se ofrecen en el norte del país desde el mes de septiembre y termina en Ica en marzo; el arándano despegó hace cuatro años y se espera muy pronto con las áreas plantadas que seamos uno de los principales exportadores con oferta durante los 12 meses del año; en cítricos somos el séptimo país exportador, pero seguramente adelantaremos posiciones en los próximos años”.
“Perú se ha caracterizado por ser predecible en sus proyecciones y ha demostrado el manejo para ofrecer una buena calidad”
A nivel gremial, ¿cómo analiza la industria frutícola?
“Perú se ha consolidado como un importante proveedor de frutas al mundo, no solo por las ventanas amplias que puede ofrecer toda una gama de productos y en volúmenes considerables, sino que también por ser predecible en sus proyecciones y ha demostrado el manejo para ofrecer una buena calidad”.
¿Qué evaluación realiza del rol del Estado para promover al sector frutícola exportador en Perú? ¿Qué falta por avanzar?
“La Ley de Promoción al Agro ha cumplido un rol muy importante en el desarrollo de este sector y así deben entenderlo las autoridades cada vez que se renuevan en los cargos, sin importar el color del partido político al cual pertenecen. Por otra parte, el Estado -a través del Senasa- ha cumplido un rol muy importante, a través de los protocolos suscritos con diversos países a los que hoy tenemos acceso.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer en lo que respecta al agua. Hay proyectos de inversión a lo largo de toda la sierra para construir represas que retengan el agua durante los meses de lluvia y dosificarla durante los meses de estiaje (abril a diciembre). En Ica, por ejemplo, aún no se ejecuta el Reservorio de Tambo que podría aportar 50 millones de m3 y el costo de la obra es solo US$60 millones”.
Cítricos latinoamericanos
¿Cómo proyecta la evolución tecnológica que debe existir en torno a los cítricos? ¿Qué tendencias visualiza?
“Los volúmenes del hemisferio sur, al cual se suman los cítricos de Sudáfrica, deben competir con las frutas de verano de la Costa Oeste de Estados Unidos y de la zona mediterránea de Europa (fresas, duraznos, uvas, etcétera) que para venderlas deben ser de muy buena calidad. La mecanización y automatización deben ser implementadas en los campos y packing. La investigación y desarrollo deben apuntalar las constantes mejoras en la productividad, calidad e introducción de nuevas variedades”.
Son reconocidos como pioneros en plantar uva de mesa y cítricos en Ica, ¿cuáles han sido las claves del éxito como exportadora?
“La investigación, la perseverancia y también algo de fe son condiciones que están en el ADN de los que trabajamos en COEXA, y nos han permitido lograr los objetivos a lo largo del tiempo. El profesionalismo, la tecnología, las buenas prácticas han apuntalado para consolidarnos como una empresa sólida y con un crecimiento sostenido”.
Produciendo en tiempos de pandemia
A raíz de la crisis mundial provocada por la pandemia del Coronavirus, ¿Qué proyecciones ve para la fruticultura en Latinoamérica?
“La pandemia ha traído incertidumbre y cambios en todos los sectores. Es probable que algunos proyectos agrícolas nuevos sean retrasados hasta que se aclare el panorama mundial, pero los ya encaminados seguirán produciendo; la gente seguirá consumiendo frutas y hortalizas. Existe temor en la población y hay menor disponibilidad de mano de obra, y esto llevará a las empresas agrícolas a invertir en tecnología para lograr colocar los volúmenes proyectados en los distintos mercados”.
¿Cuáles son los retos que han debido sortear para llegar a Asia con fruta de calidad?
“Este mercado responde con buenos precios cuando se envía un producto de buena calidad, pero también puede ser muy malo cuando se envía productos de calidad inferior. Llegar con un producto 40 días después y que mantenga su acidez no es fácil, pero hemos tenido bastante éxito el año pasado. La idea es seguir con esa calidad para competir en Asia”.