Adaptarnos al cambio para garantizar el futuro
SUSTENTABILIDAD | AGRICULTURA EN UN MUNDO MÁS CALIENTE

Adaptarnos al cambio para garantizar el futuro

La agricultura del futuro en Latinoamérica no se parecerá a la que conocemos hoy. Nos enfrentamos a una transición inevitable hacia sistemas más resilientes, sostenibles y tecnologizados.


Por Claudia Papić I., bióloga, experta en sostenibilidad

En 2015, el Acuerdo de París estableció un objetivo claro: limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Este límite no era arbitrario; se basaba en un consenso científico que advertía sobre los impactos devastadores de superar este umbral. Sin embargo, en 2024, por primera vez, el planeta superó temporalmente este límite debido a una combinación de emisiones acumuladas y un potente fenómeno de El Niño. Este evento marcó un punto de inflexión: estamos entrando en un mundo más caliente, con desafíos profundos para todas las actividades humanas, especialmente para la agricultura.

Latinoamérica, una región clave para la producción de alimentos a nivel global, enfrenta un panorama especialmente complejo. Su riqueza en recursos naturales y su diversidad climática han sido ventajas históricas, pero ahora también la convierten en una de las zonas más vulnerables a los efectos del cambio climático. Eventos extremos, degradación de suelos, crisis hídricas y cambios en los patrones de precipitación amenazan la seguridad alimentaria y la economía de millones de personas que dependen de la agricultura.

INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA: CLAVES PARA LA ADAPTACIÓN

La adaptación a esta nueva realidad requiere una revolución en cómo producimos alimentos. Las soluciones tradicionales ya no serán suficientes. Por el contrario, la innovación y la tecnología serán fundamentales para enfrentar los desafíos del cambio climático:

• Agricultura de precisión: Mediante sensores, drones y análisis de datos, los agricultores pueden optimizar el uso de recursos como agua y fertilizantes, reduciendo costos y minimizando impactos ambientales.

• Biotecnología y modificación genética: El desarrollo de cultivos resistentes a la sequía, las altas temperaturas y las enfermedades permitirá mantener la productividad en condiciones adversas.

• Sistemas de riego avanzados: Tecnologías como la estandarización de la calidad del agua para riego, el riego por goteo y la reutilización de aguas residuales tratadas pueden ayudar a enfrentar la creciente escasez de agua y su calidad insuficiente.

• Producción en ambientes controlados: La agricultura vertical y los invernaderos inteligentes ofrecen una solución para producir alimentos en entornos urbanos y bajo condiciones climáticas extremas.

Fuente: Informe de Riesgos Globales 2025, Foro Económico Mundial.

 

UN FUTURO DESAFIANTE PARA LA AGRICULTURA EN LATINOAMÉRICA

El “Informe de Riesgos Globales 2025” publicado por el Foro Económico Mundial destaca que los principales riesgos ambientales y económicos tendrán un impacto profundo en la agricultura mundial. Para Latinoamérica, estas amenazas se traducen en retos concretos como:

• Eventos climáticos extremos: La región ya está experimentando olas de calor sin precedentes, sequías prolongadas y huracanes más intensos, afectando la estabilidad de los cultivos y el ganado. Asimismo, se podría ver afectada la infraestructura necesaria para la exportación debido al aumento, tanto en frecuencia, como intensidad, de estos eventos.

• Escasez de agua y degradación de suelos: En países como Brasil, Chile, Argentina, México y Perú, la disminución de fuentes hídricas y el agotamiento del suelo fértil ponen en riesgo la producción de alimentos.

• Crisis económicas y geopolíticas: La volatilidad económica y las tensiones comerciales podrían afectar la disponibilidad de insumos agrícolas esenciales como fertilizantes y maquinaria.

• Pérdida de biodiversidad: La región alberga ecosistemas cruciales para la producción agrícola, como la Amazonía y los Andes, cuya degradación afecta directamente la seguridad alimentaria.

• Cambio en los patrones de precipitación: La alteración de los ciclos de lluvia impactará cultivos tradicionales como el café, el maíz y la caña de azúcar, afectando a pequeños y medianos productores asociados a ellos.

 

OPORTUNIDADES PARA LA RESILIENCIA AGRÍCOLA EN LA REGIÓN

A pesar de estos desafíos, Latinoamérica también tiene oportunidades clave para adaptarse y liderar una transición hacia una agricultura más sostenible:

• Avances tecnológicos: La digitalización del agro y la aplicación de inteligencia artificial pueden mejorar la eficiencia y sostenibilidad en la región.

• Sistemas alimentarios resilientes: Fortalecer el comercio intrarregional y la agricultura de proximidad podría reducir la dependencia de importaciones y aumentar la seguridad alimentaria.

• Prácticas regenerativas: Sistemas como la agroforestería, que combinan cultivos con árboles, no solo ayudan a capturar carbono, sino también mejoran la fertilidad del suelo y la biodiversidad.

• Energías renovables en el agro: Integrar energías limpias en la producción agrícola ayudará a reducir emisiones y costos operacionales, además de disminuir los riesgos de cierre de mercados.

• Colaboración público-privada: La inversión conjunta en innovación y políticas de fomento podría acelerar la transición hacia prácticas agrícolas regenerativas.

TRANSFORMAR LA AGRICULTURA PARA UN FUTURO SOSTENIBLE

La agricultura del futuro en Latinoamérica no se parecerá a la que conocemos hoy. Nos enfrentamos a una transición inevitable hacia sistemas más resilientes, sostenibles y tecnologizados. Adaptarnos no es solo una cuestión de supervivencia; es una oportunidad para transformar la manera en que producimos alimentos y contribuimos al bienestar global.

Superar el umbral de los 1,5 grados nos recuerda que el futuro será distinto a todo lo que hemos conocido. La clave está en nuestra capacidad de innovar, colaborar y actuar con visión de largo plazo. Si lo hacemos, podremos alimentar a un mundo cambiante y construir un futuro más justo y sostenible para Latinoamérica y el planeta.