Desde el año 2018 que las nueces han venido en una caída progresiva en sus precios de retorno a productor, lo que ha erosionado de manera significativa la rentabilidad del negocio. Las razones son muchas, pero, en síntesis, esto se ha debido a un importante desbalance entre oferta y demanda a nivel mundial. California y China tuvieron un aumento en sus producciones durante los últimos años, y el consumo a nivel mundial se vio afectado a raíz de los coletazos económicos que dejó la pandemia.
La situación para los productores chilenos sin duda ha sido mala, pero la verdad es que hasta ahora solo un porcentaje menor de los productores había enfrentado pérdidas económicas. La gran mayoría venía con rentabilidades muy bajas, pero aún con números azules. Sin embargo, la situación para los productores americanos ha sido mucho peor, ya que vienen arrastrando pérdidas en torno a los USD 3.000 por hectárea durante los últimos tres años, lo que ha llevado a la arranca de muchas hectáreas (sobre todo variedades tempranas no-Chandler) y a un descontento masificado, que ha provocado un descuido de los huertos productivos, o definitivamente al abandono de estos.
Éramos varios los que pensábamos que 2023 sería el último año malo, y que desde 2024 en adelante comenzaríamos a ver una recuperación lenta pero sostenida en los precios de las nueces, y por ende en la rentabilidad del negocio. Sin embargo, la naturaleza quiso otra cosa, y la verdad es que este 2024 quedará en los registros como el peor año en la industria de las nueces chilenas. Esta vez no por culpa del mercado, sino que debido a la baja producción por hectárea debido a las desfavorables condiciones climáticas durante toda la temporada.
El mercado ha estado a la altura, y hemos observado el aumento de precios que habíamos anticipado, sin embargo, esta mejora no alcanzará para cubrir la baja productiva, por lo que no serán pocos los productores que enfrentarán pérdidas, que irán en promedio entre los USD 1.000 y USD 2.000 por hectárea. Por supuesto que la gravedad de los hechos variará según las zonas geográficas.
Sabemos lo difícil que es soportar una situación de pérdida económica y lo complicado que se hace seguir adelante, invirtiendo con la sola esperanza de que el negocio mejore. Pero creo que hay argumentos de peso para sustentar dicha esperanza, y todo indica que empezaremos a dejar atrás los malos años de la nuez.
Analicemos un poco estos antecedentes, para que cada uno saque sus propias conclusiones.
LA ESCENA
a. El atraso en el inicio de cosecha y el ruido que se generó respecto a la posible caída en producción durante la cosecha, obligó a que las exportadoras chilenas se salieran del mercado durante a lo menos tres semanas, a la espera de evaluar la real implicancia y magnitud de esta caída. Los compradores, anticipando una subida de precios por parte de los chilenos al volver al mercado, se volcaron hacia Estados Unidos para comprar los excedentes disponibles de su cosecha 2023, los que estaban a precios muy competitivos con respecto a Chile. Esto ha traído como consecuencia que California enfrente su cosecha 2024 (octubre) con uno de los stocks de enlace más bajos de los últimos años.
Este 2024 Chile no tendrá ningún problema en colocar el 100% de su cosecha, por lo que no se anticipan stocks de enlace para la próxima temporada.
b. Las noticias de una caída significativa en la cosecha de Chile, generó una sensación de escasez, que hizo que los precios subieran en torno a un 10 o un 15% con respecto a los precios de apertura para el caso de la cáscara, y entre un 15 y un 20% para el caso del producto partido. Debemos aclarar que antes de la cosecha, Chile tenía comprometida la venta de un volumen equivalente al 40% de la cosecha, por lo tanto, este aumento en el precio solo se capitalizará en un 60% del volumen. También debemos recordar que el año pasado, en la nuez vendida en cáscara existió un alza de precios para los calibres > 34 mm por la escasez de estos, similar a la actual. Lo que quiero decir con esto, es que sería un error pensar que los precios de liquidación van a ser mucho más altos que los vistos en 2023. Va a haber una mejora, pero no será significativa y en ningún caso compensará la caída en kilos. Chile no tendrá ningún problema en colocar el 100% de su cosecha dentro de este año, por lo que no se anticipan stocks de enlace para la próxima temporada.
c. El mal retorno que habían experimentado las nueces partidas, se explicaba en parte por la diminución de la demanda en Europa, como consecuencia de una alicaída economía en la región desde la salida de la pandemia. Esta situación se está revirtiendo, y hoy vemos cómo la demanda ha comenzado a mejorar, y los europeos han aceptado sin demasiados reparos el alza de precios del último mes. Por otra parte, los retailers europeos han comenzado a realizar promociones de los frutos secos en general, lo que ha provocado un aumento importante en las ventas.
d. Con respecto a la estimación de la nueva cosecha en Estados Unidos, las primeras indicaciones hablaban de una caída en torno al 10% con respecto al año pasado. Sin embargo, en la medida que avanza la primavera en el hemisferio norte, las proyecciones de cosecha son mucho menores. Las brotaciones en California han sido tan irregulares como lo fueron en Chile, debido a la misma causa: la baja acumulación de horas frío. A esto debemos agregar el descuido en el manejo de los huertos, que tendrá un impacto tanto en la productividad por hectárea como en la calidad de las nueces. No nos olvidemos, que los productores americanos vienen perdiendo dinero desde hace tres temporadas, lo que los ha forzado a reducir al máximo los costos de producción. Ya mencionamos que la arranca de huertos en ese país ha sido importante, pero lo que nadie ha contabilizado aún es la cantidad de huertos que fueron abandonados. El mal resultado de los últimos años, la baja en la cosecha, y el aumento de los precios para las nueces chilenas, debiesen llevar a que la apertura de precios de la nueva cosecha americana (octubre 2024) sea a precios mucho más altos que en los últimos años.
China se ha transformado en un gran fantasma, que con sus volúmenes estratosféricos es capaz de cambiar el panorama mundial de la oferta de nueces.
e. China se ha transformado en un gran fantasma, que con sus volúmenes estratosféricos es capaz de cambiar el panorama mundial de la oferta de nueces. En la última reunión del INC (International Nut Council) realizado en mayo de este año, China anunció un crecimiento de 150.000 toneladas para la cosecha 2024, lo que elimina cualquier reducción de la oferta por las bajas en Chile y California. Sin embargo, la industria le está prestando poca atención a las estimaciones de China, porque la verdad es que no tienen la capacidad de llevar a cabo una estimación por métodos más o menos científicos. Sus predicciones se basan solo en supuestos y asumiendo que las condiciones climáticas son óptimas en todas las zonas productivas. La verdad es que, en el caso de China, es mucho más importante conocer la situación de su demanda interna, que su proyección de cosecha. La situación económica en China ha venido mejorando desde la pandemia, y su consumo interno se ha recuperado bastante.
f. En India, aún nos falta mucho por hacer, y cualquier avance en poder bajar los aranceles en dicho país, podrá tener un efecto insospechado en las exportaciones de nueces a ese mercado. En 2023, Chile exportó más de 50.000 toneladas a India. Para este 2024, se cree que no podremos exportar más de 30.000 toneladas, no porque haya bajado la demanda, sino que debido a que este año no tenemos la calidad que India espera de nosotros. El potencial en ese mercado es enorme y el prestigio de la nuez chilena es muy alto. Pensemos que, con una población similar, China tiene un consumo interno de nueces cercano a las 1.150 millones de toneladas, mientras que el consumo total en India no supera las 120.000 toneladas, por lo tanto nos queda muchísimo por hacer en términos de promoción.
En síntesis, para abril de 2025 debiésemos enfrentar un nuevo escenario en el mercado mundial de las nueces, con un nuevo equilibrio entre oferta y demanda, y con un nuevo precio base, tanto para las nueces americanas como para las chilenas. Este periodo de estabilidad debiese durar a lo menos siete años, o hasta que en alguna parte del mundo comience un nuevo boom de plantaciones de nogales.
El llamado es a no bajar los brazos, a seguir cuidando de los detalles en el manejo del huerto, y a no hacer ahorros mal entendidos. La fruta de mejor calidad siempre será escaza y siempre obtendrá mejores precios. ¡Ánimo!, “Quitters never win, and winners never quit”.