De los enigmáticos geoglifos de Palpa y Nazca, conocidos como Líneas de Nazca, se ha dicho que eran instalaciones para la gestión de agua, un calendario astronómico, o incluso que se trataba de imágenes para guiar a naves extraterrestres en su aterrizaje. En este reportaje no vamos a intentar desentrañar este misterio. Empezaremos diciendo, eso sí, que constituyen una expresión fidedigna de la grandeza creadora del ser humano, así como uno de los principales atractivos turísticos que ofrece el Perú.
“Para la humanidad, la zona de Nazca alberga testimonios del proceso de adaptación, sacralidad, tecnología e impacto del cambio climático. Toda esa zona ha sido declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco”, dice Roberto Ochoa-Berreteaga, periodista peruano especialista en viajes y turismo. “Muy cerca también están los célebres acueductos de Nazca, que sirvieron para controlar las aguas subterráneas y transformar las enormes pampas costeras en prósperas tierras de cultivo. Una tecnología única en su género y mil años más antiguas que la época del esplendor incaico”.
Prósperas tierras de cultivo. Hasta el día de hoy se siguen considerando así. Para Darío Núñez, gerente general de Uvica, empresa que trabaja en Nazca con 120 hectáreas de palta y 25 de granada, “Nazca, agrícolamente hablando, es bendita. Por el clima: la diferencia de temperaturas entre la máxima y la mínima, todo el año, es bien parecida. La luminosidad que ofrece Nazca va desde las cinco y media de la mañana hasta las seis de la tarde. Para mí, Nazca es el mejor lugar para hacer agricultura del Perú, pero la agricultura en Nazca está en pañales por dos grandes limitantes que nos hacen poner el freno de mano: agua y mano de obra. Ya llevamos seis años trabajando en Nazca, y ahí vamos, dándole…”, dice Darío.
“La palta es el único frutal que se exporta y que se ha plantado en un área significativa en Nazca” — JUAN CARLOS BRIGNARDELLO, GERENTE GENERAL VITÍCOLA.
El principal negocio de Uvica reside en los campos de uva de mesa que tiene en Ica, pero en Nazca la empresa trabaja con paltas y granadas, no con muchas hectáreas porque en Nazca, como dice Darío, hay que ir “piano piano”. “Nosotros, en Uvica, tenemos una ventana para la palta que va de marzo a fines de abril, una ventana bien bonita para cualquier mercado adonde apuntes, como el europeo o el chileno. Además, la palta es muy homogénea, la maduración es estupenda, los calibres son óptimos, se usa poco pesticida… Pero no hay agua. Inclusive los pozos que tenemos han ido descendiendo en su volumen, lo cual es un serio problema para Nazca. Y el otro problema es que no hay personal. ¿Qué pasa? En Nazca tú compites contra la minería informal. Entonces la gente agarra una talega, un saco, se va al cerro, que queda a un kilómetro de Nazca, extrae el material y lo vende por 120 soles (unos USD 32), y si el cobre sube, como está pasando ahorita, gana más dinero. La gente no entiende de la estabilidad laboral que da la agricultura; ellos quieren ganar más dinero el día a día y punto”.
Trabajar con uva de mesa en Nazca es complicado, sobre todo porque demanda mucho más mano de obra que la palta. “Si ya sufrimos trabajando con palta, imagínate con uva. Pero eso sí, y esto ponlo en mayúscula, sin dudarlo, la ventana de la uva en Nazca es inmensamente superior a la de Ica; y en cuanto a calidad, en Nazca la uva da mucho mejor que en Ica, y ya sabemos que la calidad de la uva en Ica es reconocida como una de las dos mejores del mundo”, dice Darío Núñez.
NAZCA AMA LAS PALTAS
Benjamín Cillóniz, gerente general de la Exportadora Safco Perú, empresa que trabaja principalmente con uva en Ica, al sur de Lima, pero a cien kilómetros de Nazca hacia el norte, confiesa que le encantaría empezar a trabajar con uvas en esta zona, “pero la logística necesaria para un cultivo con alta demanda de mano de obra como la uva o el arándano puede ser muy complicada aún”, dice.
En el año 2018, luego de varias campañas buenas de uva de mesa en Villacurí, los socios de una de las empresas en las que Benjamín participa de la gestión, bajo el paraguas del grupo Safco, le pidieron diversificar riesgos invirtiendo en el cultivo de paltos; y él propuso concentrarse en la zona sur. “Siempre me gustaron mucho los valles al sur de Ica, como Río Grande, Palpa, Ingenio y Nazca, pero tenía claro que no es fácil poner una primera pata ahí, no hay muchas propiedades del tamaño mínimo que requiere una operación agrícola, con agua, accesos, energía, etc. Se nos presentó la oportunidad de comprar una empresa con 200 hectáreas, y luego fuimos aterrizando otras compras, para terminar con 600 hectáreas en la pampa de Nazca, y un predio más pequeño de 50 hectáreas, a los pies de las ruinas de Cahuachi. Hoy en día tenemos poco menos de 500 hectáreas de paltas sembradas”, dice.
Cillóniz agrega que otra limitante para trabajar en agroindustria en Nazca son los vientos. Y, en ese sentido, el palto es quizás el cultivo con mayor adaptación, sobre todo una vez que se consigue establecer bien las plantas. “Dentro de los aspectos positivos, habría que mencionar el clima, que es muy bueno; ya vemos que quizás las dos marcas de palta peruana con mejor reputación en Chile, un país muy exigente en cuanto a calidad interna, son de Nazca. Lógicamente, las tierras pueden ser más baratas cuando las compras, pero eso se regula justamente porque se asumen costos más altos para gestionar proyectos fuera de los clústeres ya existentes”, dice.
Hace veintiséis años, Juan Carlos Brignardello, gerente general de Vitícola, decidió comprar tierras para empezar una empresa productora y exportadora de uva de mesa. Si bien Ica era la primera opción, debido al costo de las tierras ahí, no estaba dentro de sus posibilidades, así que se vio forzado, según sus palabras, a buscar más al sur. “El primer lote de uvas en Nazca se plantó en el año 2000”, recuerda Juan Carlos, para luego agregar que hoy manejan un campo de 35 hectáreas de uva de mesa. ¿Hay que ser valiente para trabajar con uva en Nazca? Brignardello responde: “No, es un valle como cualquier otro. Solo que, si lo comparamos con Ica, está un poco más lejos de Lima; además la ciudad es pequeña y la población no es muy grande, por lo que la logística y la contratación de personal se hace un poco más compleja; hay que mencionar también que en Nazca no solo hay agricultura, también está la pequeña minería, el sector turismo, el sector comercial, y todos demandan mano de obra”.
¿Nazca presenta mejores condiciones agronómicas para la uva que Ica? Brignardello responde tajante: “Desde el punto de vista de la uva de mesa, la respuesta corta es no; las condiciones son muy similares a las de Ica para la uva de mesa. Es posible que para otros cultivos las ligeras diferencias climatológicas -siendo Nazca un poco más caliente- puedan marcar una diferencia, pero no es el caso en la uva de mesa. ¿Si el clima no beneficia a la uva en Nazca? Sí, pero de la misma manera que la beneficia en gran parte de la costa de Perú; la vid es un frutal muy flexible a diversos climas y es por eso que se produce desde Piura hasta Tacna, en todos los cinco continentes y en muchas latitudes. En todo caso, la palta es el único frutal que se exporta y que se ha plantado en un área significativa en Nazca”.
“La logística necesaria para un cultivo con alta demanda de mano de obra como la uva o el arándano puede ser muy complicada aún” — BENJAMÍN CILLÓNIZ, GERENTE GENERAL SAFCO PERÚ.
EL ARÁNDANO SERÍA UN BOOM
Lo cierto es que, además de Vitícola, empresas como Agrolatina ya están trabajando con uva en Nazca. Al respecto, Benjamín Cillóniz dice lo siguiente: “Agrolatina ya empezó con uva y espero que les vaya muy bien porque creo que podemos replicar la explosión demográfica que vimos en Ica, sin permitir que las municipalidades repliquen el desastre que generaron en Ica, al no promover ningún proyecto urbano que fuera capaz de recibir a toda la población que encuentra en la agroexportación la única opción para salir del desempleo”.
Para que Nazca pueda convertirse en un nuevo polo de crecimiento, según Cillóniz, con las limitantes ya mencionadas, “vamos a involucrarnos antes en resolver los problemas de agua, desagüe y vivienda que vive todo el Perú, y que absurdamente fueron atribuidos a la agroexportación en Ica. Será una buena oportunidad para demostrar que, en el Perú, las empresas tienen que arrear al Estado para que éste brinde los servicios mínimos que debería ofrecer a la población con o sin agroexportación”. Y sí que habría motivos para hacer el esfuerzo. Otro de los cultivos que destacan en Nazca, es la granada. Darío Núñez dice lo siguiente: “Yo tengo granada en Nazca y también en Ica; Nazca sale cuarenta días antes que Ica, y para un mercado de granada, 40 días antes significa 2 dólares más por kilo. Esa es la realidad. Cuando sale la granada en Nazca, en febrero, el mercado de granada está casi solo; es sumamente interesante”.
Los productores coinciden en que el clima en Nazca es ideal para todo cultivo que no sea totalmente tropical. Las horas frío no son mucho mayores que en Ica, pero sí hay un mayor gradiente entre las mínimas y máximas a lo largo de casi todo el año. Benjamín Cillóniz tiene una acotación que hacer: “El gran problema que empezamos a tener es que los mercados se están saturando. La granada y los cítricos son dos cultivos que agronómicamente caminarían muy bien, pero los mercados están presionados. La cereza puede ser una promesa para muchas zonas en la medida que aparezcan variedades de muy bajo requerimiento de frío.
Pero creo que cuando eso se consiga, esas variedades irán primero a los mejores terrenos de Ica, donde se pueda montar una operación tan tecnificada como la postcosecha de la cereza. Si se consigue que la cereza produzca debajo de los 700 msnm, Ica –y muchas otras zonas con esa altitud– debería ser una mejor opción, antes que Nazca. Y si no es factible producir a estas alturas, hay que tomar vuelo a zonas más altas, a unos 2000 msnm, y ahí la limitante serán los accesos. No basta con decir ‘ya logré producir cerezas’, hay que ser capaces de alcanzar –en destino– los parámetros de calidad que se están pidiendo en una industria cada vez más competitiva”.
“En Nazca la uva da mucho mejor que en Ica, y ya sabemos que la calidad de la uva en Ica es reconocida como una de las dos mejores del mundo” — DARÍO NÚÑEZ, GERENTE GENERAL UVICA.
Respecto a la cereza, Darío Núñez dice: “Nazca no llega a tener la cantidad de horas frío que requieren las variedades tradicionales con las que se trabaja con cerezo actualmente. Si me dijeran para hacer cerezo, yo diría que habría que ir a la sierra de Abancay o a la de Ayacucho, a esos valles interandinos, pero yo ya no la haría, ya estoy viejo para eso. Y está complicada la infraestructura también, ese es un asunto clave; se puede hacer cerezo en la sierra, pero, ¿cómo traes la fruta? La logística en nuestro negocio es fundamental; y si no cuentas con buena logística, con un packing que pueda recibir esa fruta de algún valle interandino, entonces vas a cosechar la cereza por gusto. Dicho sea de paso, en Nazca tampoco hay packing; los packings están en Ica”.
Un día, invitaron a Darío a un pequeño campo de arándanos en Nazca. Recuerda que el productor le regaló dos cajitas del arándano que había cosechado. Dice: “Yo siempre digo que el mejor medidor para saber si mi fruta está buena son mis hijas. Entonces puse las dos cajas de arándano en el refrigerador, y al día siguiente no quedaba ni uno. El dulzor que tenían estos arándanos de Nazca era impresionante, totalmente distinto a los arándanos que había comido hasta ese momento; yo creo que el arándano en Nazca sería un boom. Pero, claro, no hay mano de obra”.
Juan Carlos Brignardello, gerente general de Vitícola se pone serio cuando se le pregunta si Nazca es la “nueva tierra prometida para la agroexportación”. Entonces, a manera de conclusión, responde sin pelos en la lengua: “No lo creo, no lo veo así por ninguna parte, no se ajusta a la realidad de Nazca, básicamente por la falta de agua, lo pequeño que son los valles de la zona, y las limitaciones de la mano de obra. La tierra prometida para las agroexportaciones está en toda la costa del Perú, la cual goza de un clima privilegiado, subtropical seco que se presta para un sinnúmero de cultivos”.
PATRIMONIO CULTURAL
Debido a su importancia histórica y arqueológica, las Líneas y Geoglifos de Nazca y Palpa fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1994. Aquí, algunos datos sobre este increíble lugar del planeta, que sin duda debes visitar.
• Nazca se sitúa en el margen derecho del río Aja, afluente del río Grande en un estrecho valle a 520 msnm, 439 km al sur de Lima.
• Actualmente cuenta con una población estimada en 50 mil habitantes.
• La ciudad debe su nombre a una de las civilizaciones más grandes del antiguo Perú: la cultura Nazca, que floreció en la costa sur entre el 100 y el 800 d.C.
• Los Nazca eran conocidos por su avanzada ingeniería hidráulica, que les permitió cultivar en el desierto, y por su cerámica policromada.
• Líneas de Nazca: A pesar de la gran precisión de las figuras, los Nazca utilizaron herramientas y métodos muy simples para crearlas, como estacas y cuerdas para trazar las líneas en el suelo.
• Acueductos: Para lidiar con el clima árido, los Nazca construyeron sistemas de acueductos subterráneos llamados “puquios”. Algunos de estos sistemas todavía están en uso hoy en día, lo que demuestra su ingenio en la gestión del agua.
• Turismo: Hoy en día, Nazca es un importante destino turístico en Perú. Los vuelos sobre las líneas son muy populares entre los visitantes que desean ver las figuras desde el aire, que es la mejor manera de apreciarlas en toda su magnitud.