La industria de la fruta evoluciona día a día. Nuevas tendencias alimentarias, regulaciones ambientales y mercados cada vez más exigentes hacen que no solo los productos provenientes de la tierra deban cumplir los más altos estándares de calidad, sino que además, socios estratégicos como la industria del packaging, vayan a la par con esta nueva mirada que procura la seguridad alimentaria e inocuidad que la industria de alimentos requiere para comercializar sus productos de forma global.
Fundada en 1940 por Jorge Olivares Arancibia, la empresa comenzó sus operaciones dentro de la industria gráfica como imprenta, para posteriormente constituirse como sociedad anónima bajo el nombre de San Jorge Impresores. En la búsqueda constante de nuevas oportunidades de negocio, ingresó en la producción de envases flexibles para la fruta de exportación, pasando a llamarse San Jorge Packaging S.A. “Mi tío Enrique (hijo de Jorge) fue visionario, le gustaba ir a ferias a perfeccionarse y conocer sobre las últimas tecnologías presentes en el mundo. Un día pensó que si en vez de imprimir plásticos por qué mejor no los hacíamos. Y así se importó la primera máquina con la que empezamos a producir láminas finas de polietileno, y desarrollamos las primeras bolsas para envasar azúcar y luego leche”, relata Jorge Castillo Olivares, presidente del directorio.
En los 80’s comenzó el boom de las exportaciones de fruta chilena a Estados Unidos y Europa, y San Jorge no se quedó atrás. Fue así como desarrollaron bolsas para la uva a empresas como Dole y Del Monte, entre otras.
Luego se abrió el mercado chino y con esto nuevos desafíos para la industria de la fruta. La principal dificultad era que la vida útil de la fruta era menor que el tránsito a destino. Es así como decidieron incorporar la atmósfera modificada a sus envases. “Si bien la tecnología de la atmósfera modificada existía en otros países, lo que hicimos fue tomarla y adecuarla a la realidad chilena, que tiene sus particularidades, y considerando también las variedades, que a veces no son las mismas que en otros países y cuyas condiciones también son diferentes. Es decir, desarrollamos envases a la medida”, explica Dieter Olivares, gerente general.
Como en toda empresa familiar, ponerse de acuerdo no siempre ha sido fácil, sin embargo, el tener clara la dirección del negocio y el perfeccionamiento de sus integrantes en diferentes áreas les ha permitido la profesionalización, con incorporación de personal técnico especializado y una mirada a largo plazo con enfoque en la innovación, nuevas tecnologías y desarrollo de nuevos productos, siempre acorde a las necesidades de sus clientes en Chile y en el extranjero.
PRESENCIA EN TODO EL MUNDO
En este sentido Marcela Martínez, gerente técnico, plantea que cada nuevo desarrollo requiere de mucha evaluación técnica y verificación para que los productos puedan ser aplicados de forma adecuada y así asegurar el éxito en destino. “El producto que nosotros desarrollamos para el área de la fruta fresca depende de muchas variables, pero la más importante tiene que ver con la forma en que respira. Entonces, de acuerdo a eso y a las tasas respiratorias de las distintas especies y variedades, nosotros vamos diseñando cuáles son los envases que se podrían adecuar para que la fruta prolongue su vida”, comenta.
Es así como en el año 2018 incursionaron en el mercado peruano haciendo las primeras pruebas con éxito, principalmente para la exportación de arándanos, uva y granada. Aprovechando el background de la empresa, llevaron su paquete tecnológico y decidieron probar el modelo de distribución con una filial técnica en Perú.
“Entregamos servicio de asistencia en la poscosecha, asegurando que el sello que se aplica en los envases sea hermético, entregando máquinas en comodato para asegurarnos de que todo funcione bien, además de las recomendaciones para que el producto llegue de mejor manera al proceso de envasado”, agrega la ejecutiva.
Pero no están solo en Perú, sino que también en Argentina, Centroamérica, Nueva Zelanda, Sudáfrica, China, entre otros mercados. Esto ha implicado nuevos desafíos de desarrollo tecnológico en productos, con el foco puesto en utilizar las mejores materias primas que aseguren la inocuidad y seguridad de los productos, y en el crecimiento de su planta en Chile, la que estará totalmente operativa durante el segundo semestre de 2024.
PROCESOS SUSTENTABLES
Presente en los principales mercados del mundo con sus diferentes tipos de envases, la empresa ha logrado desarrollar productos únicos, con las mejores materias primas del mercado y un enfoque 100% en la economía circular. Es así como han incorporado energías renovables en los procesos productivos y han iniciado nuevos proyectos guiados por las normas del ecodiseño, las que ponen a disposición de sus clientes.
SJP ha logrado desarrollar productos únicos, con las mejores materias primas del mercado y un enfoque 100% en la economía circular.
“Lo que tratamos de impulsar desde dentro de la fábrica y pensando en el futuro, es cómo podemos detectar necesidades que tenga cualquier persona en el mercado y que vayan más allá de la fruta fresca”, comenta Daniel Olivares, gerente de operaciones. Y es que además de satisfacer las necesidades diarias de sus clientes actuales, San Jorge Packaging busca desarrollar productos que les permitan diversificar su negocio hacia nuevos clientes e industrias que pueden requerir de su experiencia y tecnología.
Por ejemplo, este año lanzaron un envase con material reciclado, que además es 100% reciclable, características que permiten al exportador una menor tasa impositiva en destinos donde la regulación tiene estas disposiciones. Además, la sustentabilidad está presente en todos sus procesos productivos, compromiso que los ha llevado a ser la primera empresa de plásticos en Chile en medir todo el impacto ambiental que genera su actividad, diferenciándose de la competencia y entregándole un valor agregado a sus clientes nacionales e internacionales.