En mayo de 2014, cinco meses después de ser nombrado presidente y director general de Avocados From Mexico (AFM), Álvaro Luque citó a la primera reunión de la junta directiva en la sede de Dallas.
La idea de promocionar el aguacate (palta) en el Super Bowl se había conversado en la plana ejecutiva, pero realmente nadie la había puesto sobre la mesa para concretarla. “Fui yo quien lo planteó en aquella reunión. Tomamos la decisión a mediados de 2014 y comenzamos a prepararnos para el evento de febrero de 2015”.
La decisión llegaría a ser tan determinante, que algunos sostienen que es la mayor y más audaz estrategia de marketing jamás realizada en el sector de los productos frescos.
En 2015, los aguacates mexicanos ya eran populares, pero el reconocimiento de la marca por parte de los consumidores era bajo. No obstante, desde el Super Bowl XLIX, cuando Tom Brady y los New England Patriots derrotaron a los Seattle Seahawks, 28-24, la importancia comercial de los aguacates mexicanos se ha disparado.
“El Super Bowl ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra industria. Cuando empezamos, el evento ya era enorme, e incluso antes del spot publicitario ya representaba la oportunidad de venta número uno”, comenta Luque.
En 2012, las exportaciones de aguacate mexicano al mercado estadounidense representaban US$ 1.700 millones. Para la temporada 2021 la cifra se había incrementado en un 560%, con un impacto económico de US$ 11.200 millones. “Me encantaría decirte que a nosotros se nos ocurrió la idea de que el guacamole va bien con el fútbol americano, pero no, la verdad es que ya era una preparación muy popular. Nosotros vimos una oportunidad y la aprovechamos”, señala Luque.
*Continúa leyendo esta crónica aquí