Chile se encuentra en una etapa decisiva para el futuro de su industria del arándano. Con cerca del 80% de las variedades actuales superando los 20 años de antigüedad, y la urgencia por mantener la c0ompetitividad frente a jugadores como Perú, México y Marruecos, la renovación varietal más que una opción es una necesidad. En este contexto, Fall Creek® Farm & Nursery Inc., líder global en genética de arándanos, ha decidido redoblar su compromiso con el país, consolidando en terreno nacional su Área de Investigación Aplicada.
“Contar con un Área de Investigación Aplicada en Chile es un hito de gran relevancia, que refleja el compromiso de Fall Creek con los productores del país para ayudarlos a incorporar cada vez mejores variedades”, destaca Ernesto Pino, gerente general de Fall Creek® Chile.
Este equipo, representado y liderado en Chile por Francisco Lobo, está integrado globalmente por especialistas del más alto nivel y tiene como una de sus principales misiones acelerar la validación local de las nuevas variedades Mid y High Chill adaptadas a zonas de clima frío, facilitando su adopción por parte de los productores desde el Maule hasta Los Lagos.
DE AMENAZA A OPORTUNIDAD
La irrupción de Perú en el mercado global —con variedades de clima cálido y un peak productivo entre septiembre y noviembre— modificó por completo el escenario de competencia. Sin embargo, “el crecimiento peruano, que hasta hace poco parecía una amenaza insalvable, hoy representa una extraordinaria oportunidad para el arándano de Chile”, asegura Pino.
Con un peak de arribo a los mercados desde enero a marzo, Chile tiene la posibilidad de capitalizar la demanda tras la temporada peruana, siempre que logre ofrecer fruta con los estándares exigidos por el retail internacional: firmeza, calibre y sabor. “Hoy, los supermercados del hemisferio norte necesitan un producto equivalente al que entregan las zonas cálidas. Es decir, un arándano firme, consistente, que supere los 18 milímetros de tamaño en promedio. Por otra parte, las nuevas variedades deben cumplir con los atributos requeridos por los agricultores, como eficiencia en cosecha, precocidad en madurez productiva, resiliencia frente a condiciones climáticas extremas, entre otros”.
Muchas de las primeras variedades de clima frío provenientes de programas privados de desarrollo genético en arándanos tienen su origen en la estación experimental de Fall Creek® en Oregon, cuyo clima equivale al de Ñuble y Araucanía, explica Pino, subrayando que “Chile es prácticamente el único país del hemisferio sur que puede cultivar bien y a gran escala estas variedades. Tenemos una oportunidad única”.
La instalación de la estación de investigación —ubicada estratégicamente en Ñuble— sumado a la supervisión de 15 sitios de ensayo pertenecientes a empresas líderes y un nuevo sitio demostrativo y de ensayo a ejecutarse en Los Lagos durante 2026, permite a Fall Creek® avanzar con una agilidad y precisión inédita en la validación local. “Chile está en una posición inmejorable para optimizar su ventana natural y llegar a los mercados con un producto similar en tamaño y firmeza y superior en sabor en relación a su competencia en dicha ventana. Ahora, es una prioridad el lograr rápidamente la escala de volumen suficiente con esta nueva genética, que nos permita como país cautivar al retail y a los clientes finales, de modo de mantenernos relevantes dentro de los planes de suministro en nuestra mejor ventana productiva”.
“Chile es prácticamente el único país del hemisferio sur que puede cultivar bien y a gran escala estas variedades. Tenemos una oportunidad única”
NUEVAS ZONAS, MAYOR POTENCIAL
El programa varietal de Fall Creek® en Chile contempla dos plataformas comerciales: Sekoya® y Collection®. La primera incluye variedades como Sekoya Crunch® ‘FC13-083’, Sekoya Grande® ‘FC13-122’ y Sekoya Fiesta™ ‘FC13-113’, todas con una alta firmeza, calibre promedio de 18 milímetros y un comportamiento productivo sobresaliente, alcanzando la mitad de su potencial ya en el segundo año.
“Fall Creek® funciona en base a una sólida estructura de investigación aplicada global, que integra nuestro desarrollo varietal en hemisferio norte, hemisferio sur y trópicos. Esto permite observar el comportamiento de las variedades en las diversas zonas productoras del mundo, acelerando el proceso tanto de breeding como de selección”.
Por su parte, Collection® —plataforma abierta— integra variedades como ArabellaBlue® ‘FC14-062’, LoretoBlue™ ‘FC11-118’ y LunaBlue® ‘FC12-205’, que también ofrecen excelentes atributos de calidad y adaptación.
La gran novedad vendrá en 2027, anticipa Pino, con la introducción de la súper variedad ‘FC11-164’. “Va a ser una revolución para Chile, al ofrecer una firmeza de fruta excepcional y casi 70 días de capacidad de almacenamiento, manteniendo dicha firmeza. Estamos convencidos que será un gran aporte para la industria del arándano chilena”. Las nuevas opciones varietales ofrecen además la posibilidad de ampliar la frontera productiva. Hoy, cerca del 60% de la superficie plantada con arándanos en Chile se concentra entre Maule, Ñuble y Biobío. Sin embargo, Fall Creek® visualiza un alto potencial en regiones más australes, como La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. “Son regiones que han sido poco exploradas para este cultivo debido a que hasta ahora no existían variedades adecuadas para su clima, pero con estas nuevas selecciones el potencial que se abre es enorme”.
Estas zonas, además de tener menores restricciones cuarentenarias, presentan condiciones climáticas ideales para desarrollar proyectos orientados a la ventana de exportación que va desde fines de enero a inicios de marzo. “Es la zona mejor aspectada para satisfacer esa ventana, y también la que ofrece las mejores condiciones de horas/frío y grados/día para las nuevas variedades”, detalla el ejecutivo.
Con una estrategia de innovación genética, acompañamiento técnico y una apuesta decidida por Chile, Fall Creek® se posiciona como un socio clave en el nuevo ciclo de la industria del arándano nacional. El recambio varietal, dicen, es el camino para que Chile siga siendo un actor relevante en el mercado global.
Además de proveer material vegetal de primer nivel, Fall Creek® acompaña técnicamente a los productores en todas las etapas del proceso. Desde el diseño del proyecto hasta el cultivo en sí, su equipo técnico busca asegurar que cada variedad alcance su máximo potencial. “No solo importa la determinación de la variedad para el clima y suelo adecuado. Para lograr que la genética se exprese, también es crucial la preparación del terreno y el diseño del riego. Eso es fundamentalmente tecnología y es nuestro compromiso el apoyar al productor en esta materia”.