Lo esencial es invisible a los ojos
EDITORIAL

Lo esencial es invisible a los ojos

La superficialidad del negocio “puro y duro”, a veces, nos impide ver el alcance e impacto de nuestras acciones.


Gustavo Yentzen Wilson - Director Vision Magazine

El Principito, su libro más conocido, narra la historia de un piloto que, mientras intenta reparar su avión averiado en medio del desierto del Sahara, se topa con un pequeño príncipe proveniente del asteroide B-612.

En las conversaciones que se dan entre ambos, El Principito le va contando –con su perspectiva de niño– sus viajes y encuentros con diversos personajes. El relato posee múltiples simbolismos y metáforas, entre las más destacadas está el que “lo esencial es invisible a los ojos”. En esta frase, El Principito nos transmite que el verdadero valor de las cosas se escapa a los ojos, pero no al corazón.

A fines de abril pasado, nuestra empresa organizó exitosamente el evento Global Cherry Summit. Mas de 1.400 asistentes participaron de esta actividad, transformando al evento en el más grande de la industria de la cereza en el mundo. Lo anterior da cuenta de la importancia que han cobrado las exportaciones de cerezas dentro de la industria de frutas de Chile, las que hoy representan un poco más del 40% del total de sus exportaciones frutícolas (US$ FOB), y que muy pronto superará la barrera del 50%.

“La superficialidad del negocio “puro y duro”, a veces, nos impide ver el alcance e impacto de nuestras acciones”

Entre los asistentes estuvo el embajador de China, Sr. Niu Qingbao, quien luego de haber recibido una escultura como símbolo del trabajo conjunto entre China y Chile, fue invitado a compartir algunas palabras. El dignatario comentó, “La cereza por sí sola es una fruta, pero las cerezas chilenas son un milagro. En otros países las cerezas chilenas pueden ser solo frutas, pero en China son un milagro”.

La audiencia quedó en silencio. Al ir pasando los minutos, los asistentes pudieron darse cuenta de la potencia de las palabras que acababan de escuchar. El crecimiento de la cereza ha traído cuantiosos recursos económicos para miles de empresas, trabajadores y familias. Pero las palabras del embajador nos transmitieron algo aún más importante: la satisfacción de estar llevando un producto que las familias chinas consumen como algo verdaderamente especial, único.

Las palabras nos sacaron de la superficialidad del negocio “puro y duro” y que, a veces, nos impide ver el alcance e impacto de nuestras acciones sobre el resto. Al igual que el Principito, “lo esencial es invisible a los ojos”.