En el año 2007, Una verdad incómoda, película basada en las conferencias del ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, advirtiendo de los peligros del calentamiento global, fue aclamada por la crítica internacional ganando el Óscar a mejor documental. Diez años después, Gore volvió a la carga con Una secuela incómoda, donde expuso cifras contundentes en relación a la crisis climática, pero también soluciones que se estaban desarrollando en distintas partes del mundo. Uno de los momentos cumbres del film tuvo a Chile como protagonista. En la escena se puede ver a Al Gore, frente a un nutrido auditorio, señalando una gran pantalla con un gráfico de barras donde se lee The Chilean Solar Market, y dice lo siguiente: “Esta historia me emociona. Al final de 2013, Chile contaba con 11 megavatios de energía solar; a fines de 2014, pasó a tener 400; a fines del año pasado (2015), más de 800… Y miren lo que está construyendo este año, y lo que va a empezar a construir pronto…”.
Y entonces, en el gráfico, una barra azul comienza a ascender de manera acelerada hasta alcanzar una cifra impresionante… “¡13.3 gigavatios! ¿No es maravilloso? ¡Eso es lo que van a conseguir en Chile!”, exclama Al Gore frente a los vítores de la concurrencia. “Hay otros países y muchas regiones en el mundo que están listas para un avance parecido. Estamos viendo un verdadero cambio. En términos globales, el mundo recibe más energía del sol cada hora de la que usa toda la economía global en un año. Si todo esto va en aumento, podemos resolver una parte de la crisis climática”.
Lo interesante es que la proyección hecha por Al Gore se ha triplicado, superando todas las expectativas y rompiendo un récord en generación de energías limpias a nivel mundial, posicionando a Chile como referente en la materia.
Con este escenario promisorio, cabe preguntarse en qué medida la industria exportadora de frutas está siendo parte de esta transición energética y, por otra parte, si en Perú están abordando este desafío con la misma fuerza y decisión que en el país vecino.
En la actualidad, las empresas agroindustriales están cada vez más presionadas a implementar prácticas sostenibles, dentro de las cuales el uso de energías renovables es una de las más relevantes. Destinos como Europa, por ejemplo, están aumentando sus exigencias en esta materia, por lo tanto, subirse al carro de la transición energética no se trata solo de conciencia, sino que podría convertirse en la base para subsistir en el negocio.
Comencemos por Perú. Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios de Productores Agrarios (AGAP) señala que el país viene mostrando interesantes avances en esta línea, con empresas como el Grupo Rocío, Danper, Sunfruit y Agrícola Interandina, que ya utilizan en sus operaciones sistemas con energía solar. “En general, en la industria se da un consumo de energías procedentes de fuentes no renovables como diésel, GLP, gas natural, y de fuentes renovables como las hidroeléctricas. Pero también se vienen implementando proyectos que incluyen fuentes no convencionales, como el uso de paneles solares en los campos de cultivo”.
Amaro destaca que algunas empresas peruanas han incorporado certificaciones como la ISO 14064- 1 (Sistema de gestión de huella de carbono). “Empresas asociadas a AGAP, han recibido la Certificación de la Huella de Carbono del Ministerio del Ambiente. El uso de energías renovables se da, usualmente, para la generación de energía eléctrica, la cual se usa en procesos de monitoreos, en sistemas de riego por goteo y para procesos de tratamiento de aguas”, añade Amaro.
Ubicada en el valle de Pativilca, al norte de Lima, Agrícola Interandina es una de las empresas peruanas que destaca en materia energética. Su socio fundador y director, Andrés Mujica, comenta que “actualmente contamos con media hectárea de paneles fotovoltaicos, los cuales nos proveen energía hasta en un 100%, dependiendo de la época del año”.
La transición energética que hoy experimenta Interandina beneficia, en primer lugar, a los accionistas de la empresa, destaca Mujica, pues “tenemos acceso a energía increíblemente más barata, en comparación a la red convencional; nos resulta muchísimo más económico que operar nuestros generadores con sistemas de petróleo”.
Un aspecto interesante de este proyecto es que su implementación se realizó a través de un contrato de leasing con una empresa de energías renovables. “Nos instalaron los paneles, nos facturan la energía que consumimos y después de 5 años -en que ellos recuperan su inversión- los paneles quedarán en nuestra propiedad. Este sistema es mucho más interesante porque no tienes que pagar un inicial fuerte, sino simplemente compras energía, como lo podrías hacer con cualquier proveedor, solo que, en este caso, estás comprando energía totalmente renovable”.
“Si queremos seguir exportando a ciertos mercados tenemos la obligación de trabajar fuerte en transición energética. Ya no es un tema de prestigio, es la base para poder seguir existiendo.” Andrés Fuenzalida, gerente general Copefrut.
El empresario peruano confirma que los mercados internacionales ya están demandando que las operaciones de sus proveedores tengan una huella de carbono neutral y que utilicen energías renovables como la solar. Incluso algunos clientes piden ciertas certificaciones que consideran estos aspectos. “Estamos creciendo a 80 hectáreas en arándanos, y vamos a armar un packing con un área de recepción de frutas. Necesitaremos más energía, por ello vamos a incrementar un 40% nuestro parque fotovoltaico”, anuncia Mujica.
NO ES SOLO PRESTIGIO
En Chile, Copefrut se ha sumado a la transición energética reemplazando la electricidad producida a partir de fuentes fósiles por fuentes renovables. Por ello, desde el año 2021 están adheridos al Programa de Certificados de Energía Renovable no Convencional de Enel, que garantiza que el 100% de la energía que consumen de red (aproximadamente el 90% de la energía de sus operaciones), provenga de fuentes renovables.
“Además de esto, estamos haciendo esfuerzos para consumir menos energía y ser más eficientes”, dice Andrés Fuenzalida, gerente general de Copefrut. “Para esto establecimos un sistema de gestión de energía en nuestras plantas en base a la ISO 50.001, cuya certificación acaba de ser revalidada por segundo año consecutivo. Nuestro equipo de excelencia operacional está trabajando en conjunto con las plantas para realizar cambios operacionales que nos permitan ser más eficientes aún. Por otro lado, estamos preocupados por las emisiones indirectas de nuestros productores. Así, el año 2023 trabajamos en conjunto para instalar ERNC (Energías Renovables No Convencionales) en campos estratégicos. Es un proyecto que todavía no se ha ejecutado, pero pretendemos que se convierta en realidad el año 2025”.
Fuenzalida precisa que la empresa que les suministra energía se asegura de inyectar a la red una cantidad equivalente al consumo de Coprefut, procedente de plantas eólicas, solares e hidroeléctricas. Estas energías abastecen a sus plantas empacadoras y, por lo tanto, a las líneas de proceso y sistemas de frío. “Si queremos seguir exportando a ciertos mercados tenemos la obligación de trabajar fuerte en este sentido. Ya no es un tema de prestigio, es la base para poder seguir existiendo. Además, llevamos tiempo viendo la posibilidad de generar nuestra propia energía a través de un sistema solar fotovoltaico”, concluye el gerente general.
Otra empresa chilena que ha hecho noticia con iniciativas de alto impacto, es la productora de paltas y mandarinas Jorge Schmidt y Cia. Hace dos años, la firma suscribió un contrato de compra de energía 100% renovable con AES Chile, que provee a cinco campos en Llay Llay, Catemu y Panquehue, región de Valparaíso. “Cubre la totalidad de los consumos de la empresa y la energía proviene de plantas eólicas, solares e hidroeléctricas”, describe José Martínez Zanello, general manager de Jorge Schmidt Exports.
El contrato entre Jorge Schmidt y Cia y AES Chile se originó en 2022, a través de un proceso de licitación convocado por la empresa, y surgió del compromiso estratégico de transitar a un 100% de energías renovables, explica Martínez. “Buscábamos una alternativa que fuese amigable con el medio ambiente, que nos ayudara a disminuir el impacto que genera nuestro negocio (reducción del CO2), beneficiando la sostenibilidad del mismo”.
“Buscábamos una alternativa que fuese amigable con el medio ambiente, que nos ayudara a disminuir el impacto que genera nuestro negocio, beneficiando la sostenibilidad del mismo.” José Martínez, general manager de Jorge Schmidt Exports.
En Jorge Schmidt y Cia, las ERNC abastecen principalmente a los eslabones de producción (riego), empaque y refrigeración. “Vamos a seguir avanzando en nuestro compromiso con la sostenibilidad y en nuestro camino hacia la descarbonización. La empresa ya ha dado pasos significativos al suscribir contratos para la compra de energía renovable. Nos mantenemos en constante observación respecto a las opciones técnicas que el mercado de las ERNC ofrece. Estamos convencidos de que ya no basta con producir frutas de calidad; debemos hacerlo de manera sostenible, considerando nuestros impactos en el medio ambiente y nuestra comunidad.
Hoy los mercados, en particular el europeo, nos exigen el desarrollo de acciones concretas en temas ambientales y sociales, respaldados por indicadores que permitan verificar los avances en cada una de las iniciativas que se desarrollen. Por ello, es fundamental tener una estrategia”, subraya Martínez Zanello.
ANTE TODO, EFICIENCIA
“Nos complace informar que, por segundo año consecutivo, nuestra planta de procesamiento de fruta fresca, ubicada en la zona central de Chile, ha sido abastecida en su totalidad por energías renovables, con un suministro de más de 5.900 MWh, entre los años 2022 y 2023”.
Estas palabras corresponden a Daniel Benavides Araya, jefe corporativo HSE (Health, Safety & Environment) de San José Farms, empresa que además de incorporar ERNC está trabajando de manera intensa en mejorar la eficiencia energética.
“Estamos impulsando una estrategia de sostenibilidad donde el buen uso y el consumo de energía juega un rol importante. Dentro de este escenario hemos medido y analizado nuestros diversos consumos energéticos y hemos implementado acciones de mejora para aumentar nuestra eficiencia energética mediante la optimización del riego tecnificado y de los sistemas de bombeos de agua (principales consumidores de energía en campos agrícolas) renovando tecnología y en algunos campos cambiando la pendiente de las líneas de riego para utilizar la fuerza de gravedad a nuestro favor y disminuir la intensidad de consumo de energía. De igual forma, hemos implementado plantas de generación solar en diversos campos de Chile y esperamos crecer a futuro en esta capacidad de generación auto consumida”, precisa Benavides.
“Necesitamos empresas e instituciones que quieran alinearse y asociarse para empujar esta transición energética que a todos nos interesa que comience a desarrollarse.” Manuel Olaechea, gerente agrícola de Sunfruits.
En Perú, una de las mayores productoras y exportadoras de frutas del país como lo es Camposol, está planificando iniciar un proceso de instalación de una planta solar de 1.0 MWp, en el fundo Gloria, que brindará energía al 30% de las operaciones en campo de todos sus fundos ubicados en el distrito de Chao, Virú, en el norte. Ya hay un sistema instalado de iluminación solar en los campos, y se continuará con nuevas instalaciones de iluminación solar automatizada en los reservorios de riego. En el futuro, esperan ampliar gradualmente su sistema de generación fotovoltaica, pues cuentan con área disponible para su habilitación. En un mediano plazo podrían llegar a cubrir hasta un 90% de la energía consumida por sus operaciones de campo y depender en menor medida de las fuentes de energía convencionales.
También en Perú, Sunfruits, empresa que opera en Ica, al sur de Lima, en 2019 comenzó a trabajar con bombas solares para reducir los costos de bombeo y de riego. “Toda empresa tiene como objetivo ganar dinero, y todos los planes a futuro con energía renovable van en función de la rentabilidad de los mismos”, comenta Manuel Olaechea, gerente agrícola de Sunfruits. “En estos momentos, en el Perú, la legislación no es del todo favorable para la migración hacia las energías renovables en las zonas donde hay instalaciones eléctricas.
Lo que sí tenemos son muchos vendedores, pero poca información. Necesitamos conocer más y tener más socios implementadores de energías renovables, más que solo vendedores de paneles o vendedores de turbinas. Necesitamos empresas e instituciones que quieran alinearse y asociarse para empujar esta transición energética que a todos nos interesa que comience a desarrollarse”, sostiene.
“Así como hubo una revolución industrial, nosotros, en Latinoamérica, podemos liderar una revolución natural, haciendo negocios bajo esta premisa.” Javier Perla, gerente de Servicios de Sostenibilidad en SGS.
UNA REVOLUCIÓN NATURAL
Javier Perla Álvarez tiene más de veinte años liderando proyectos de sostenibilidad, cambio climático, huella de carbono y economía circular en América Latina y el Caribe. Actualmente, es gerente de Servicios de Sostenibilidad en SGS, empresa suiza de análisis, inspección y certificación, donde busca promover el desarrollo de negocios de sostenibilidad en Latinoamérica. Reconocido como una de las “Mentes Sostenibles” por revista Forbes, Perla cree que las industrias, en general, están tomando cada vez más conciencia de que el cambio climático es un reto enorme que las va a afectar. “Hace veinte o treinta años, ¿quién hablaba de temas ambientales relacionados a la sostenibilidad? ¿Y hoy quién no habla de esto? CEOs, activistas, actores, actrices, deportistas, todos hablan de estos temas, hay un discurso, hay una necesidad de tomar medidas. Del mismo modo, hay consumidores europeos, que cuando compran productos agrícolas quieren saber de dónde vienen, cuánta agua han consumido, cuánta huella de carbono han generado”.
El ingeniero agrega que es importante hacer una distinción entre energías renovables y eficiencia energética. “La lógica te dice que antes de producir nueva energía renovable, fíjate en cómo estás usando la energía que tienes. La prioridad debería ser buscar siempre la eficiencia antes que las energías renovables. En resumen, no te compres un panel solar sin haberte habituado a apagar las luces y las computadoras. Lo que quiero decir es que hay soluciones un poco más técnicas. Si la faja transportadora de uvas en el packing sigue avanzando cuando ya no hay uvas en ella, estoy desperdiciando energía, y por más paneles solares que instale seguiré desperdiciando energía”, advierte.
Como ya se ha mencionado, en materia de energías renovables y cuidados medioambientales los mercados internacionales cada vez son más exigentes con sus proveedores. Aquello, para Perla, “es una oportunidad para que las empresas se puedan diferenciar. ¿Qué tal si las empresas peruanas no solamente venden los mejores arándanos, sino los arándanos más sostenibles?
¿Qué tal si las empresas chilenas no venden solo estas ricas paltas, sino las paltas más sostenibles? Entonces, creo que hay una oportunidad ahí de diferenciar y de posicionar a América Latina, hay un potencial enorme. Así como en otros países tienen petróleo y otros combustibles, nosotros en Latinoamérica tenemos una naturaleza increíble. Entonces, así como hubo una revolución industrial, nosotros, en Latinoamérica, podemos liderar una revolución natural, haciendo negocios bajo esta premisa; las empresas tienen que aprovechar esta ola; no debemos perder esta linda oportunidad de diferenciarnos”.