Era el chico de oro de las criptomonedas. Hoy, tras una espectacular caída, Sam Bankman-Fried se enfrenta a una docena de cargos penales que podrían llevarle a pasar décadas en prisión.
En noviembre de 2022, la estrepitosa quiebra de FTX, una bolsa de criptomonedas fundada por el que fuera la gran promesa de este sector, conmocionó al incipiente mercado. Con la noticia de que la empresa había declarado la quiebra en medio de una crisis de liquidez, muchos de los inversores y clientes de la plataforma se sintieron engañados, mientras otros, en el amplio mundo de las criptomonedas, temieron por las consecuencias y la irremediable pérdida de confianza en el sector.
Bankman-Fried ha sido el centro de atención, con todos los ojos puestos sobre él tratando de entender cómo fue que una de las principales bolsas de criptomonedas del mundo perdió más de US$ 8.000 millones de sus inversores y clientes.
UN JOVEN SUPERDOTADO
Sam Bankman-Fried, apodado SBF, nació el 8 de noviembre de 1992 en Stanford, California, hijo de dos profesores de la Facultad de Derecho de la universidad de la ciudad. De niño estudió en el instituto de Palo Alto, donde siempre se destacó, sobre todo en matemáticas. Le gustaba resolver problemas complejos y le fascinaban los experimentos científicos. También fue miembro del equipo de debate del instituto y participó en deportes como el tenis y el ultimate frisbee.
Luego continuó profundizando en su pasión por la ciencia y las matemáticas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde también se interesó por las finanzas y la economía, especializándose y explorando el mundo del comercio. Sus logros académicos le permitieron recibir varios premios, entre ellos la prestigiosa beca Barry Goldwater.
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