“Perú es el principal exportador de granada del hemisferio sur, de eso no tengo duda”. Con esa determinación, José Luis Gereda, gerente general de Pomica, una empresa agroexportadora que solo trabaja con granada, empieza hablando sobre el devenir actual de este fruto en el Perú. “Luego sigue Sudáfrica, y luego Chile, país que se ha visto limitado a proveer solo el mercado de Estados Unidos, prácticamente”, dice.
Perú es un país muy competitivo, en materia de granada; en comparación a Chile, por ejemplo, sus costos son mucho menores. Pero, a diferencia del país vecino, tiene problemas para entrar al mercado estadounidense, “Chile entra con mayor facilidad, con menos costos; en relación a Estados Unidos tiene esa ventaja competitiva”. José Luis se define como “un especialista en granadas”. Pomica es una empresa que trabaja con 70 hectáreas de granada propia y casi 200 de terceros, en la región Ica, de donde se exporta la mayoría de la granada peruana. Es una de las corporaciones que más exporta este fruto en el país; el año pasado consiguieron 223 contenedores; “este año proyectábamos 250, pero parece que serán 200, más o menos”.
Entonces, ¿sigue siendo atractivo el negocio de la granada en el Perú? José Luis dice que, normalmente, sería un buen negocio, “pero hoy están sumando muchos factores en contra de la granada”. Primero menciona la guerra Rusia-Ucrania, pues a causa de esta se ha reducido el poder competitivo del comprador en el extranjero, y los precios han bajado. “Además, el año pasado los fletes sufrieron un incremento descomunal, felizmente este año están bajando. Pero hay que tener en cuenta que el 75%, aproximadamente, del volumen del Perú se va a Europa, la guerra nos afecta mucho; en un momento el mercado ruso nos pagó el mejor precio del mundo. Hay que añadir también que esta crisis internacional ha incrementado los costos de los fertilizantes”.
Otro factor en contra del buen desempeño de este cultivo en los mercados a donde exporta Perú – principalmente Europa, Rusia e Inglaterra–, tiene que ver con los fenómenos naturales productos del cambio climático. “En esta misma campaña hay una reducción de calibre, falta de color externo y pérdida de peso de la fruta; por lo que podemos decir que, a consecuencia del clima, se están reduciendo los volúmenes de producción de 20% a 25% por debajo de los habitual”.
José Luis Gereda dice que no se puede dejar de considerar las protestas sociales como un factor a considerar. “La mano de obra se ha encarecido en Ica; hace tres años empezaron las protestas y con ellas vino la nueva ley agraria, que incrementó los costos de las empresas agroindustriales”, añade.
Pero Perú sigue siendo el principal exportador de granada del hemisferio sur, “somos los reyes del hemisferio sur”, según José Luis. Uno de los desafíos de la granada en el Perú, según el empresario es abrir nuevos mercados, “exportamos también a Canadá, que es un mercado abierto, al Medio Oriente y algo en Asia, sobretodo Hong Kong, Malasia o Singapur. Aun no podemos llegar a Japón, tampoco a Corea; sé que se están haciendo pruebas para ingresar a China, trabajando el protocolo de cold treatment a cinco grados, pero todo esto está en proceso, esperando aprobación; el gran problema de la granada en el Perú es un asunto técnico, que no nos permite llegar a nuevos mercados. ¿Por qué Chile puede llegar a Estados Unidos y nosotros no? Porque a diferencia de Chile, los peruanos sí debemos irradiar la fruta para que pueda ser vendida en Estados Unidos y eso es muy costoso. Pero las empresas que puedan deben resistir. La granada es considerada un super alimento en el mundo, es un healthy food que cada vez tiene más demanda. Hoy muchas compañías están desapareciendo del negocio. Pero hay que acordarnos de lo que pasó con la palta; mucha gente empezó a matar sus campos de palta, pero luego aparecieron los mercados y el negocio despegó”.
PESADILLA AMERICANA
Hace ocho o diez años, el negocio de la granada en el Perú era rentable, dice Rodolfo Pacheco, presidente de ProGranada. “No había tantas plantaciones; con el tiempo empezaron a aumentar y los volúmenes también. Tampoco había muchos mercados con los que tuviésemos protocolos establecidos”, añade. Canadá y Europa eran los únicos mercados, cuenta Pacheco, hasta que se consiguió abrir Estados Unidos; “entonces nos dieron dos alternativas como país, en aras de establecer el protocolo: aplicar bromuro de metilo a la fruta para librarla de plagas; o irradiar la fruta. Finalmente, el protocolo se estableció con la segunda opción”.
El caso es que solo hay una planta en Estados Unidos para llevar a cabo procesos de irradiación de productos agrícolas, queda en Mississippi, al sur de ese país. “Y los mercados para la granada están en el Noreste y Noroeste; o sea, la fruta, una vez irradiada, debe ir de Mississippi a Nueva York, la frecuencia de los barcos no es tan alta y los fletes son bastante caros, así como los son los procesos de irradiación; además el público que va a los supermercados en Estados Unidos al ver el signo que identifica a la fruta irradiada, muchas veces no la compran, tienen temor de que les vaya a hacer mal a la salud, pero eso no es verdad, una granada irradiada es lo más sano que hay. Entonces hoy estamos intentando cambiar el protocolo a cold treatment, ya estamos haciendo pruebas que van en ese sentido para exportar a China”.
Rodolfo Pacheco – Presidente de ProGranada
El objetivo sería exportar fruta a China a fin de año. “Los chinos son buenos consumidores de granadas, y si llegamos a venderles granada los precios subirían. También estamos en proceso de abrir Corea del Sur. Hay que tener en cuenta de que Corea consume 1.500 contenedores al año de todos los países exportadores de granada; el Perú tiene una ventana privilegiada, la idea es que la granada peruana sea absorbida por estos dos paí[1]ses asiáticos”, dice el presidente de ProGranada.
Los bloqueos de carreteras por las protestas sociales, afectaron la cosecha de granada en Arequipa, frenó la producción, “y las lluvias en Ica terminaron de fregar la situación, la fruta se rajó, este año van a haber importantes mermas”. La granada, como la uva, requiere de un quiebre de temperatura para obtener óptimas cosechas, es decir, calor de día y fresco en la noche, pero eso no está pasando este año precisamente por el fenómeno de El Niño. “Esto ha hecho que los arilos –las semillas comestibles de la granada– no cojan el color rojo intenso que demandan los mercados. En el Perú, se exporta la granada como fruta entera, pero también los arilos, para tratar de que las mermas de exportación no sean tan grandes, cuando hay rayaduras en la cáscara; a Estados Unidos exportamos los arilos en avión”.
Rodolfo Pacheco, además de ser presidente de ProGranada, gerencia una empresa que le permite exportar granada fresca, arilos, pero también vender jugo de granada para el mercado interno en diversas tiendas de productos orgánicos en el país. “Utilizamos la fruta de descarte, vendemos alrededor de 15 mil litros año, pero estamos viendo de exportar el jugo. En otros países, como Estados Unidos, hacen además otros productos en base a granadas, como vitaminas, cremas y champús”.
Productos Valle y Pampa
En el Perú hay, aproximadamente, 3.000 hectáreas de granada; 733 están registradas en AGAP. “Las otras hectáreas pertenecen a pequeños agricultores, difícil que se unan a ProGranada”.
LA GRANADA TIENE SUS MOMENTOS
Para el gerente comercial de Valle y Pampa, Juan Antonio Puga, la granada puede ser un buen negocio, dependiendo de los kilos que se hagan. Es decir, “sí sales en una etapa temprana, en enero, febrero, no llegarás a los mercados con tantos kilos, pero te encontrarás con buenos precios, entre nueve y nueve euros y medio por caja. Logísticamente será menos riesgoso, puedes llegar al mercado de Rotterdam corriendo menores costos logísticos, normalmente son veinte días de tránsito a los mercados europeos, por barco. No serás tan bueno produciendo, pero eventualmente vas a ganar plata. Esta es una fórmula ganadora que pueden aplicar, por ejemplo, en Arequipa”.
Luego, sostiene Puga, el mercado ya no estará “tan bonito”, pues los mercados han recibido mucha fruta no solo de Perú, sino también de otros países, por lo que tocaría buscar destinos más lejanos, “te vas a encontrar con demoras en el flujo de caja, te van a pagar dos o tres semanas después, pero vas a tener todos los kilos necesarios para asegurar rentabilidad”. A partir de marzo, abril, hay mucha presión en los mercados de Europa, son los meses más intensos de la campaña.
Juan Antonio Puga describe muy bien el cronograma de la campaña de la granada en el Perú. “Primero hay que decir que va de enero a junio. Como dijimos, el momento de Arequipa es enero, febrero; luego entra Nazca y Palpa, de la segunda mitad de enero a febrero y algo de marzo; después sigue Villacurí, de finales de febrero hasta finales de marzo, principios de abril; el turno de Pisco, que es donde operamos nosotros como Valle y Pampa, va de abril a mayo, meses muy sólidos, incluso podemos alargar la campaña hasta la primera semana de junio; la campaña termina en Chincha y Barranca, en junio”.
Productos Valle y Pampa
Perú es el principal exportador de granada del hemisferio sur. El gerente comercial está de acuerdo con esta afirmación, “pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de un producto de nicho”. Calcula que son entre 2.100 y 2.200 contenedores los que se exportan al año desde el país, “esos son los volúmenes en los que oscila la producción de Perú, no son nada relevantes. La granada no es un producto que esté en la canasta básica, como es el caso de la uva, los cítricos, la manzana o el plátano. Muchas veces la granada se consume por su grado de aporte a la salud, o por cuestiones culturales, por gente con ascendencia del Asia y Medio Oriente. Es una fruta, además, que te complica la vida al comerla, tienes que abrirla, sacarle las pepitas, te manchas, no es muy cómodo llevarla en las loncheras para ir de paseo, tiene sus limitaciones”.
Ya sabemos, la granada requiere de un diferencial térmico para que agarre el color requerido por los mercados internacionales. Estos asuntos climáticos complicarían la posibilidad de expandir el cultivo al norte del Perú, por ejemplo, donde la uva y el arándano han crecido exponencialmente, “haciendo explotar el mercado, con todo lo que eso implica. El Perú sigue siendo un jugador importante en el negocio mundial de la granada, claro que sí, pero en términos relativos, con volúmenes acotados, no hay que olvidar que estamos hablando de un producto de nicho, no es un producto mainstream”