Lejos de ser solo una industria productora de simples contenedores de productos, que aseguren una vida útil de calidad y un arribo a destino en las mejores condiciones posibles, el packaging se ha convertido en una verdadera fábrica de elementos estratégicos de comunicación, que contribuyen a la decisión de compra de un consumidor informado y más conectado que nunca a la serie de variables multidisciplinarias en donde el diseño, el marketing, la sostenibilidad, la estrategia comercial y de ventas, la I+D, los procesos de fabricación cada vez más automatizados, versátiles e inteligentes, las operaciones, la logística y el retail juegan un rol fundamental.
Al hablar de agroexportación y fruta, el tiempo es una variable clave en la calidad del producto que llega al consumidor final. A la eficiencia, hoy se suman factores como el origen del material o los procesos utilizados, en un mercado en el que la sostenibilidad tiene un papel cada vez más protagónico y en el que se valoran las buenas prácticas y el esfuerzo que las compañías realicen en ese sentido.
En línea con las tendencias que se observan a nivel global, en Chile se ha producido un gran avance de la industria del packaging en torno a la sustentabilidad, el reciclaje y la economía circular. “Chile es un país con una sólida producción de empaques de todo tipo donde la incorporación de tecnologías de punta es permanentemente, lo que la convierte en una industria líder en América, y donde muchos exportamos a mercados como Europa y Norteamérica, que son de los mas exigentes en todo sentido”, comenta Gabriel Fonzo, CEO de Integrity.
Es por esto que el diseño y la funcionalidad de los envases son factores a considerar en este crecimiento, teniendo como desafío avanzar hacia la sustentabilidad no solo en su producción, sino que también en el post consumo. “En los últimos años el packaging ha tenido una evolución sumamente importante, los consumidores son cada vez más exigentes y no solo buscan una gráfica atractiva, sino que también debe tener una funcionalidad, entregar información al consumidor, ser amigable con el medio ambiente y que en su conjunto sea parte de la experiencia de los consumidores”, señala Matías Molina, gerente comercial de Marinetti.
Para que este avance sea orgánico, debe ir de la mano con el cuidado del medio ambiente. “En un país como el nuestro, en donde la explotación de los recursos naturales es la principal actividad, la sustentabilidad juega un rol preponderante para las futuras generaciones. Sobre este contexto los consumidores han exigido y preferido a las empresas que se han comprometido con el reciclaje para disminuir el consumo de materia primas vírgenes y como país, impulsando la economía circular, la que se ha establecido metas”, comenta Fernando Llach, Gerente de Desarrollo en Imicar, entre ellas utilizar papeles de alto desempeño que logran la misma resistencia, pero con menor gramaje.
Sin embargo, la industria de la fruta tiene necesidades distintas según su tipo y mercados de destino. Bajo esa mirada, la gran variedad de frutas que ofrecen países como Perú o Chile al mercado internacional y la diversidad de productores en el mercado hace que exista una gran cantidad de variaciones de embalaje para la misma aplicación. “Existe una oportunidad en la industria de estandarizar los embalajes para lograr mayores eficiencias en transporte, bodegaje, procesamiento y así asegurar el desempeño final del producto como país en el mercado extranjero. En la industria de la cereza, por ejemplo, se han visto esfuerzos para tener modelos de cajas más estandarizados lo que genera sinergias entre distintos fabricantes para un mismo productor”, aclara Llach.
“Desde el packaging y en el mercado de fruta en específico, en la exportación de cerezas donde nosotros como empresa tenemos mayor participación, vemos que las principales brechas vienen por entregar una solución de packaging completa y que permita poder simplificar toda la cadena, desde el packing hasta destino final”, agrega Matías Molina, gerente comercial Marinetti.
En el desarrollo de sus productos, Copptech maneja más de 30 formulaciones, algunas patentadas y varias como secreto industrial. “Partimos usando sales de cobre y hemos avanzado hacia soluciones cada vez más orgánicas y naturales, entendiendo también las necesidades de los mercados”, explican Andrea Bucher, Gerente Comercial de Chile y Luis Améstica, CTO de Copptech.
“En un mundo donde se están llenando las comidas de conservantes y químicos, el tener un empaque que disminuye el crecimiento antimicrobiano, sin necesidad de agregar sustancias a la comida misma, es muy valorado. Creemos que la tecnología hoy existe y que las empresas pueden hacer movimientos reales y tangibles para favorecer la disminución del desperdicio alimentario”, precisan.
MATERIAS PRIMAS E INNOVACIÓN
El cuidado del medio ambiente hoy está más presente que nunca en esta industria, y es que no solo los productores lo exigen, sino que para recibidores y consumidores finales es esencial a la hora de elegir un producto. Ya la calidad y conservación de la fruta en destino no es lo único a considerar, sino que también los procesos que se utilizaron al momento de crear un envase en especial.
“Las materias primas que lideran en la industria del packaging son el plástico, el vidrio y papel/cartón. Hay muchas iniciativas para reemplazar plástico por papel o cartón, como sucedió con lo plásticos de un solo uso, pero hay aplicaciones en donde el plástico tiene ventajas como en la conservación de alimentos y la medicina”, explica Llach.
En la experiencia que comparten los ejecutivos de Copptech, “vemos principalmente plásticos y materiales a base de pulpa de celulosa. Si bien hay un mensaje potente, especialmente de Europa, de reducir el uso de plásticos de un uso, vemos que en EE.UU. y Latinoamérica las empresas de empaques están haciendo una transición más planificada, hacia materiales más biodegradables”.
En el caso de Integrity, “toda la producción de nuestra empresa, se realiza utilizando 100% de energías provenientes de fuentes renovables, toda el agua que se usa en los procesos productivos es tratada y reutilizada para mantener una huella hídrica lo más baja posible. Las materias primas son provenientes en un 100% de material reutilizado (PET) donde estamos haciendo una fuerte campaña de promoción y educación para que no solo provenga de botellas plásticas, sino que de todos los envases del mismo material, como son los mismos de fruta, comidas preparadas, pastelería, limpieza, alimentos, entre otros”, comenta su CEO y agrega que dentro de sus metas es llegar en el mediano plazo a que mínimo el
25% de los materiales reciclados que usan provengan de plástico de PET que no sean botellas.
Sin embargo, en el mercado de la fruta, los expertos coinciden en que sigue dominando el plástico PET y el cartón, ya que el uso de ambos es extremadamente difícil de remplazar.
El ejecutivo agrega que “cuando se habla de amigables con el medio ambiente habría que definir primero a qué se refiere. Por ejemplo, los envases que nosotros fabricamos se producen con “basura” que son residuos post consumo, no utilizan ningún recurso natural ni fósil, por el contrario, reducen la cantidad de residuos para su fabricación, es decir, el envase en si es extremadamente sustentable. El problema aparece cuando el consumidor no logra llevar estos empaques de regreso a algún centro donde se pueda reciclar. Esto es algo que, por ejemplo, los envases de papel, pulpa o bioplásticos no pueden hacer. Para todos éstos en alguna u otra medida se utilizan recursos nuevos para su fabricación, no veo cómo puede eso ser sustentable”.
Esta mirada es compartida por el gerente general de Marinetti, quien explica que “las materias primas predominantes están siendo el papel y cartón. Las tendencias del mercado del packaging están moviéndose hacia esos materiales, pero somos conscientes de que actualmente los embalajes de cartulina y papeles no resuelven todos los requerimientos de ciertos productos, por lo tanto, si bien el trabajo y los nuevos desarrollos apuntan a poder reemplazar el plástico, lo que vemos es que seguiremos conviviendo con ambos materiales o la utilización de materias primas más amigables con el medio ambiente”.
También hay desarrollos en busca de nuevos materiales que cumplan con los requerimientos de los productores y expectativas del consumidor. “Si bien estamos comercializado soluciones para envases de todo tipo de plásticos, tenemos un nuevo desarrollo, el cual permite incorporar la tecnología antimicrobiana en celulosa o empaques de cartón, como los que se usan para fruta de exportación o cajas de huevo”, sostienen Andrea Bucher y Luis Améstica.
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