Plantas que comunican
EN LA MIRA | Instacrops

Plantas que comunican


Por Pierina Cavalli Martínez

La historia de Mario Bustamante (40), ingeniero electrónico, es digna de ser escrita en un manual sobre cómo ser emprendedor y no morir en el intento. Su vida ha tenido cada uno de los ingredientes para emprender con éxito, pero por sobre todo el principal: saber fracasar.

Su primera startup fue Bissen, dedicada a crear productos tecnológicos para diversas industrias, que llegó a desarrollar más de 11.000 equipos electrónicos de diseño propio.

“Éramos tres socios. Nos hicimos buenos haciendo un producto, pero no para venderlo. Llegamos a ser 20 personas trabajando”, cuenta de este proyecto al que en cierto punto se le acabaron los fondos. La maquinaría quedó guardada, sin posibilidad de venderse, por lo cual quebró. Esta experiencia le enseñó dos cosas: tener siempre un foco y nunca enamorarse de los productos, sino del problema que hay que resolver.

Con la experiencia y aprendizaje adquirido, Bustamante tuvo la idea de crear tecnología de alta calidad para la agricultura, específicamente para apoyar a los productores a obtener información clave y en tiempo real, para la toma de decisiones oportunas sobre sus cultivos.

El primer desarrollo fue un servicio para controlar plagas, el que presentó a uno de los productores más importantes de Chile. Sin embargo, ese no era el problema del potencial cliente, sino que las heladas. Durante los siguientes dos meses trabajó en el desarrollo de un prototipo electrónico que medía temperatura a través de sensores autónomos energéticamente. Este aparato se instalaba en medio del cultivo y cada cinco minutos tomaba muestras para emitir la alerta que llegaba al celular del agricultor, quien tomaba acciones para prevenir lo que se venía.

“Volví a visitar al productor y le dije ‘prueba esto, lo dejo 30 días como una mascota; si te encariñas con ella, te la quedas y sino, me la llevo’. Y para la mala suerte de la agricultura y para mi fortuna, en ese año hubo una helada muy grande y el aparato funcionó”.

Esto ocurrió en 2013 y se le denominó “terremoto blanco”, por los estragos que causó. Los agricultores registraron pérdidas por más de US$ 1.000 millones. Pero quienes usaban Instacrops salvaron su producción. “Aparecimos en diarios de Perú y Argentina, me invitaron a Estados Unidos. Fue un boom sin querer”, cuenta Bustamante.

TECNOLOGÍA AL CAMPO

Una de las dificultades más grandes de Bustamante con su Agtech, fue el llegar al mundo rural y venderles un aparato tecnológico. “La principal barrera es cultural. Era difícil llegar al campo a ofrecer tecnología. Era un mundo nuevo para mí, la agricultura. Uno está acostumbrado a ver las frutas y hortalizas en el plato. Que el agricultor te crea, que acepte instalar algo, cuesta, porque la respuesta es que ellos llevan 20 años haciendo esto. Pero pensé en grande desde un comienzo. Yo vengo a solucionar un gran problema: las plantas son seres vivos, respiran, se nutren y toman agua. Lo que les faltaba era comunicarse, nosotros hicimos que las plantas se comunicaran”.

Este nuevo modelo elimina el alto costo inicial que significa la adquisición de tecnología en los campos.

Desde el primer desarrollo, su portafolio se ha ampliado, y hoy no solo es posible monitorear parámetros agroclimáticos, sino que también la humedad y temperatura del suelo, para saber cuándo y cuánto regar, controlar y programar riegos en forma remota, monitorear pozos profundos, así como también plagas y enfermedades de los cultivos. Todo esto, utilizando técnicas de inteligencia artificial y visión computacional, con el objetivo de recopilar los datos, y procesarlos previamente para transformarlos en notificaciones y recomendaciones en tiempo real para el agricultor.

“Bajo el nuevo modelo de contratación buscamos democratizar la tecnología para la industria agrícola, eliminando la necesidad de una alta inversión inicial, así como también los costos de implementación, transformándonos en una alternativa accesible que busca apoyar a los agricultores chilenos para que puedan producir más con menos».

Desde el primer desarrollo, su portafolio se ha ampliado, y hoy no solo es posible monitorear parámetros agroclimáticos, sino que también la humedad y temperatura del suelo, para saber cuándo y cuánto regar, controlar y programar riegos en forma remota, monitorear pozos profundos, así como también plagas y enfermedades de los cultivos. Todo esto, utilizando técnicas de inteligencia artificial y visión computacional, con el objetivo de recopilar los datos, y procesarlos previamente para transformarlos en notificaciones y recomendaciones en tiempo real para el agricultor.

La información que se extrae directamente del campo llega a la aplicación móvil, que puede descargar en su celular, o de la plataforma web, siendo muy fácil de usar y amigable con el usuario. “Es como un doctor tomando exámenes, minuto a minuto, y entregando diagnósticos de vuelta en tiempo real”, comenta Bustamante.

Con el envío de las notificaciones, es posible tomar decisiones críticas y optimizar el uso de recursos, como agua y energía, así como también los procesos de producción y administración de mano de obra, maximizando la rentabilidad de los campos.

“Gracias a la información que recopila nuestro software, es posible optimizar en hasta un 35% el uso del agua y maximizar en un 12% el potencial productivo de cultivos y frutales”, comenta el CEO.

EVOLUCIÓN

Hoy Instacrops es la plataforma Agtech más potente de Latinoamérica. Y se puede decir esto con propiedad, ya que su evolución ha sido muy rápida, desde su fundación en 2015, con 9 personas trabajando en el equipo, hasta hoy que cuentan con 47 profesionales y oficinas en Chile, Colombia y México con más de 300 clientes. También han desarrollado proyectos en Perú, Argentina, Guatemala, Uruguay y Venezuela.

En 2021 entraron a la aceleradora estadounidense Y Combinator, transformándose en la primera Agtech latinoamericana en ser seleccionada. A la fecha, han levantado US$ 3.4 millones de capitales privados liderados por Genesis Ventures -donde el principal inversionista es el grupo británico OxBridge Capital Partners– y también SVG Ventures, programa de inversión especializado y el más activo de la industria Agtech en Silicon Valley.

En Chile, Instacrops ha sido reconocido con el Premio Avonni, a la innovación nacional, y fue ganadora en el quinto concurso nacional Desafío Emprendedor 2021 del Banco de Chile.

Además, en marzo de 2022 lanzaron su nuevo formato de contratación de tecnología llamado PAaaS (Precision Agriculture as a Service), el cual consiste en la suscripción anual del software a un bajo costo que incluye todo: desde el hardware, su instalación y mantención, hasta el acompañamiento completo durante todo el proceso por parte de un equipo de agrónomos especialistas que asesoran a los agricultores. La suscripción también incluye la renovación de los equipos al tercer año en forma gratuita. Este nuevo modelo elimina el alto costo inicial que significa la adquisición de tecnología en los campos.

Otro gran beneficio que entrega el modelo PAaaS, es que disminuye el riesgo para el agricultor, ya que no hay contratos que lo amarren, es decir, si el servicio no cumple con sus expectativas, puede cancelarlo cuando quiera.

“Bajo el nuevo modelo de contratación buscamos democratizar la tecnología para la industria agrícola, eliminando la necesidad de una alta inversión inicial, así como también los costos de implementación, transformándonos en una alternativa accesible que busca apoyar a los agricultores para que puedan producir más con menos», dice Bustamante.

“Queremos ayudar a pequeños, medianos, grandes agricultores a ser rentables y que puedan desarrollar los alimentos que es el fin último de Instacrops. Nuestro desafío como empresa es replicar esto y hacerlo a gran escala, llegar a Europa y Asia. Jugar en las grandes ligas”, concluye Bustamante.

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