¿Cómo ha visto los problemas que se han generado este año en los puertos de la Costa Este, como Delaware y Filadelfia?
Bueno, los puertos de todo el mundo se han enfrentado a retos y a obstáculos en la cadena de suministro. Nosotros dependemos principalmente de los puertos de Nueva Jersey, Filadelfia y Gloucester, para recibir los productos en Estados Unidos. Nuestra experiencia ha sido como la de la mayoría, si no la de todos: hemos tenido que esperar más que nunca para que la carga se despache, lo que ha dificultado la planificación de los envíos y las ventas. Es extremadamente difícil encontrar camiones que recojan la carga y se devuelvan vacíos. Todo esto ha provocado que se atrasen los productos y un aumento de los costos, incluidos los gastos excesivos por la concentración y la retención de los contenedores, que en realidad no es culpa del cargador ni del recibidor.
Me gustaría ser más específico en mis respuestas respecto a lo ocurrido en la Costa Este, pero no creo equivocarme al decir que uno de los mayores problemas ha sido la escasez de camiones. Estos se volvieron imposibles de conseguir porque faltaban choferes que los manejaran. Eso fue parte del problema que está aumentando los costos de hacer negocios que impliquen traer cualquier producto que se transporte en un contenedor refrigerado.
Estos retrasos nos han atormentado. La industria acaba de salir de una temporada muy estresante y los desafíos para la uva no fueron ocasionados exclusivamente por la situación portuaria o por la falta de conductores. Los retos se presentaron a lo largo de toda la cadena de suministro y no se puede atribuir la responsabilidad a una sola persona. Sin embargo, los retrasos han sido un fracaso colectivo a la hora de anticiparse a los problemas y prever dónde se producirán realmente estas brechas. Los productores de uva chilena han sufrido terriblemente en Norteamérica este año.
“Si bien Capespan introduce en EE.UU. excelentes uvas de mesa sudafricanas –incluidas las orgánicas- para comercializarlas junto a nuestra fruta chilena y peruana, en mi opinión Sudáfrica no va a desplazar a Sudamérica”.
¿Usted lo dice por los altos costos y la condición de la fruta una vez que llegó al mercado?
La condición de la uva de mesa se vio afectada porque la fruta tardó mucho en salir de Chile, en llegar al puerto y en acceder a los comercializadores. Los supermercados no estaban satisfechos con el producto y había demasiada cantidad. Perdió terreno en la venta al por menor y hubo una gran cantidad de pérdidas en el mercado: fruta que en realidad nunca llegó a un consumidor.
¿Cuáles son las perspectivas logísticas de las importaciones en los próximos meses?
Cada vez que decimos que no puede ir a peor, parece que sí. Si bien espero que no empeore, todavía nada nos indica que la situación pueda mejorar. Durante los próximos cuatro meses recibiremos cítricos de Chile, Perú y Sudáfrica, fruta que es un poco más fácil de manejar y que perdona más los retrasos que las uvas.
La mayoría de los cítricos chilenos llegan a los EE.UU. usando el systems approach sin necesidad de fumigación. La fruta que recibimos de Perú y de Sudáfrica también llega solo con el requisito de la esterilización en frío. Ciertamente habrá desafíos, pero tengo la esperanza de que mejore… y rezo para que no empeore.
¿Cuáles son sus perspectivas para las futuras temporadas de uva de mesa de los proveedores del hemisferio sur en Norteamérica?
Chile le ha cedido el mercado temprano a Perú, ya que el mercado se ha alejado de variedades tempranas tradicionales como Flames, Sugarones y Perlettes, productos que fueron la base del mercado de la uva temprana durante años. El aumento de las nuevas variedades fuertes y de calidad, que se producen masivamente en el norte de Perú, son capaces de suministrar buena fruta a partir del 1 de noviembre. Por lo que creo que va a seguir dominando las primeras semanas del mercado norteamericano, o al menos después de que California salga.
Las nuevas variedades de plantaciones chilenas están tomando impulso, y Chile seguirá siendo el principal proveedor de Norteamérica a partir de enero, compartiendo el mercado con Perú, por supuesto.
En Canadá acudimos a Sudáfrica en busca de uvas después de las de Perú. De hecho, Sudáfrica es probablemente el mayor proveedor de uva para el este y el centro de Canadá desde mediados de enero hasta marzo. Luego le sigue Chile en la temporada media y tardía.
Si bien los volúmenes sudafricanos hacia Estados Unidos siguen aumentando, los requisitos fitosanitarios para que puedan introducir sus uvas de mesa en Estados Unidos lo convierten en una apuesta arriesgada. Sudáfrica tiene mercados fuertes y tradicionales en Europa y el Reino Unido, y aunque envían a EE.UU., no creo que el aumento sea tan rápido. Si bien Capespan introduce en EE.UU. excelentes uvas de mesa sudafricanas –incluidas las orgánicas- para comercializarlas junto a nuestra fruta chilena y peruana, en mi opinión Sudáfrica no va a desplazar a Sudamérica.
Siempre somos optimistas respecto a las uvas importadas. Llegan en la época de invierno, por lo que no hay una gran variedad de frutas de árbol o bayas disponibles en el mercado. Creo que la industria de la uva de mesa ha hecho un trabajo notable con las variedades propias. Han revitalizado la categoría, pero también han creado mayores expectativas entre los supermercados y, en última instancia, entre los consumidores. Eso es bueno.
¿Cómo se comportó la dinámica del mercado de cítricos en esta temporada?
La temporada nacional de cítricos, tanto para las naranjas como para las clementinas y mandarinas, terminó antes de lo normal, ya que la cosecha de cítricos de California fue relativamente pobre esta última temporada. Esto abrió la oportunidad para el mercado fuerte y temprano de clementinas, y también proporcionó alrededor de tres semanas adicionales de ventas de naranjas importadas. Por lo que son muy buenas noticias para los proveedores. Las condiciones del mercado para Perú, Chile y Sudáfrica son realmente buenas en el sentido de que hay espacio en el mercado para los productos.
Todavía no sabemos realmente cuál va a ser el impacto de las heladas en Chile. Pero creemos que los suministros estarán bien, incluso con la disminución de los volúmenes chilenos. Creo que la cuestión es cómo va a reaccionar el mercado este año a los cítricos de verano.
La oferta estará ahí porque los chilenos deberían tener aún una cosecha considerable de W. Murcotts, Sudáfrica últimamente sigue aumentando su producción. Y por supuesto, Perú tiene mandarinas tardías hasta agosto, incluso hasta septiembre. Así que no creo que vayamos a ver una escasez de mandarinas ni de naranjas Navel este año.
“Chile le ha cedido el mercado temprano a Perú, ya que el mercado se ha alejado de variedades tempranas tradicionales como Flames, Sugarones y Perlettes, productos que fueron la base del mercado de la uva temprana durante años”.
¿Cómo cree que el aumento de los volúmenes de cítricos sudafricanos afecta a la dinámica de la fruta chilena y peruana?
Los volúmenes sudafricanos que lleguen a Norteamérica, tanto de uva de mesa como de cítricos, se darán en función de la demanda del producto. Creo que se trata de un modelo de atracción de la demanda y no de un modelo de empuje de la oferta, porque Sudáfrica tiene mercados tradicionales muy fuertes en Europa, el Reino Unido y Asia. Perú depende de Estados Unidos, pero también tiene mercados tradicionales fuertes en Europa y el Reino Unido. Sin embargo, de los tres, Chile es el más dependiente del mercado estadounidense, algo que la industria chilena necesita abordar.
¿Cuáles son sus perspectivas para el mercado norteamericano de la mandarina en los próximos años?
Creo que el futuro es positivo. Tenemos que centrarnos en la calidad del producto y el sabor. Como cualquier fruta, el mejor producto no se consigue al principio de la temporada. Siempre empezamos la temporada de mandarinas importadas con variedades tempranas de Perú y Chile. El sector tiene que tener cuidado con el volumen de estos productos que se traen para que no eclipsen las ofertas de mediados y finales de temporada, que son más fuertes y de mejor sabor. Mientras sigamos ofreciendo productos de buena calidad desde el principio de la temporada, creo que las mandarinas serán fuertes en los próximos años.
¿Hay espacio en el mercado para mover tanto volumen como el que se produce en Chile y Perú?
Esa es una muy buena pregunta. Las mandarinas tardías se plantan de manera considerable en Chile y Perú, y el mercado norteamericano las irá sustituyendo por la fruta de California tan pronto como esté disponible a finales de octubre, principios de noviembre. Hay una gran cantidad de mandarinas tardías para mover entre agosto y finales de octubre, fruta de Perú, Sudáfrica y Chile. Ahora bien, si Chile, el mayor proveedor de EE.UU., sigue teniéndolo solo como destino para todas sus mandarinas tardías, los productores tendrán que reevaluar sus expectativas.
¿Considera que los productos frescos importados en general se enfrentan a un reto especial en Norteamérica hoy en día con la alta inflación?
Sí, por supuesto. Creo que esa es probablemente mi mayor preocupación. Somos optimistas en cuanto a que va a ser una buena temporada, no obstante, nos enfrentamos a un entorno altamente inflacionista. Los consumidores miran con mucha atención el precio de sus alimentos. Los productores tienen que hacer frente a un aumento de los costos en todos los eslabones de la cadena de valor, los supermercados tienen que hacer frente a un aumento de los costos de funcionamiento, y todo esto hace subir el precio de los productos frescos importados. Por lo tanto, tenemos que tener en cuenta que los consumidores van a evitar gastar en fruta importada y buscar una opción más económica con fruta de árbol de verano.
Tendremos que estar atentos durante toda la temporada, para no sobre abastecer el mercado. Los clientes compran naranjas y mandarinas, y debemos asegurarnos de ser conscientes de los precios de venta al por menor, sin desviarnos demasiado de lo que ofrecen los cítricos importados y lo que ofrece la fruta de verano nacional.
¿Cuál sería su principal consejo para los exportadores del Hemisferio Sur en estos tiempos de alta inflación y problemas en la cadena de suministro?
Que envíen calidad. Estamos pidiendo a los consumidores que paguen mucho dinero por la fruta fresca. La mayoría de los productos son de gran calidad, y en este tipo de entorno los consumidores se centran en productos que tengan buen sabor y que duren un tiempo razonable en su nevera. Además, los supermercados buscan que los productos salgan rápidamente de sus estanterías. En estas categorías ya no hay lugar para productos de baja calidad.