Series que ocupan los primeros lugares de los rankings, personajes que se han vuelto icónicos y ambientaciones que van desde los pasillos de un hospital, salones de baile de la alta sociedad británica de fines del siglo XVIII, hasta la misma Casa Blanca, forman parte del universo construido por la productora de televisión, guionista y autora, Shonda Rhimes. Dos veces elegida como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time, una en 2007 y otra en 2021, año en que el Financial Times también la incluyó en su ranking dentro de las 25 mujeres más destacadas, ha creado un verdadero imperio televisivo donde ella es la reina.
Rhimes es una de las mayores referentes femeninas de la industria y conocida por ser creadora de series emblemáticas como “Grey’s Anatomy”, “Private Practice”, “Scandal”, “How to get away with murder”, y “The Catch”. Sus producciones más recientes pueden ser vistas en Netflix, “Inventando a Anna” y “Bridgerton”, que estrenó su segunda temporada el recién pasado 25 de marzo. Esta segunda parte de la serie de época se convirtió en el título de TV en inglés más visto de esta plataforma de streaming, superándose a sí misma al romper el récord registrado por la primera temporada, con 627,11 millones de horas vistas durante sus primeras cuatro semanas completas, versus las 625, 49 millones que ahora ubican a la primera temporada de Bridgerton en el segundo lugar. La marca de 28 días, que cuenta con cuatro semanas completas de disponibilidad, es la métrica principal de Netflix para determinar el éxito o el fracaso de un programa.
Conocida por su impronta marcada por la multiculturalidad en sus series tanto de género, razas, clases y sexualidad, en 2017 la showrunner se mudó de ABC, después de una década creando series para la cadena que pertenece a la compañía Disney, en busca de un mayor espacio para desarrollar temáticas, cómo abordarlas y el tipo de lenguaje a utilizar, entre otros, ya que su target es una audiencia más amplia. En busca de mayor libertad creativa, Rhimes recibe una oferta en el momento preciso para trabajar exclusivamente con el gigante del streaming Netflix. En aquel contrato, que la productora no dudó en aceptar, Netflix le ofrecía no solo una total independencia, sino que también le daba el tiempo que Rhimes tanto necesitaba para crear sus series y armar novedosos proyectos.
MUJERES POTENTES E IMPERFECTAS
En las primeras etapas de su carrera de posgrado, Rhimes escribió el guión de la película «Crossroads», protagonizada por Britney Spears, y la secuela de «The Princess Diaries», con Anne Hathaway y Julie Andrews en los papeles principales. Pero cuando verdaderamente ganó notoriedad en la industria televisiva fue a partir de 2005, tras el fenómeno en el que se convirtió «Grey’s Anatomy». Ese año, el final de su primera temporada fue visto por más de 22 millones de personas en Estados Unidos. Actualmente, el show está a cargo de Krista Vernoff, compañera de Rhimes en su productora, Shondaland, y sigue superando su propio récord de ser la serie más larga que se emite en la actualidad por televisión estadounidense. Su decimoctava temporada se estrenó el 25 de enero en Sony Channel y se acaba de confirmar que se renovó para una decimonovena. Este programa no solo ha logrado mantener fidelizado a un público desde sus inicios, sino que también se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos abordando nuevas temáticas y así ha captado también el interés de las nuevas generaciones.
Los críticos comentan que el éxito de esta producción radica en la complejidad de sus personajes multidimensionales, sobre todo los femeninos, que se contradicen y equivocan y con quienes la audiencia se puede reconocer y también conocer a través de los capítulos. Por este motivo, es una serie cuyo tema central no es la medicina sino las relaciones.
Luego de “Grey’s Anatomy” Rhimes creó «Private Practice», un spin-off de la serie de médicos que tiene como protagonista a la doctora Addison Montgomery interpretada por Kate Walsh uno de los personajes de la serie original. Pero fue realmente su siguiente producción, “Scandal”, la que logró conseguir un gran éxito que incluso hizo que la ex Primera Dama Michelle Obama se hiciera adicta a esta historia de dramas políticos, que tuvo un total de siete temporadas transmitidas desde 2012 hasta el 2018. La serie comenzó con una audiencia de 8 millones de espectadores y alcanzó un peak de 12 millones.
Desde el año que se estrenó «Scandal» recaudó aproximadamente US$100 millones por temporada en ingresos publicitarios en su punto máximo. La serie cuenta la historia de Olivia Pope -interpretada por la actriz Kerry Washington- una ex directora de comunicaciones de la Casa Blanca, que tras renunciar a su empleo decide abrir «Pope & Associates», una agencia especializada en manejo de crisis. Esta historia guionizada por Rhimes está basada en la historia real de Judy Smith, una de las mujeres expertas en el manejo de crisis político en Estados Unidos. Smith era una de las principales asesoras de prensa del Presidente George Bush padre y tuvo un rol esencial en la Guerra del Golfo. Luego, se hizo conocida al asesorar a Mónica Lewinsky durante el escándalo con el Presidente Bill Clinton.
En «Scandal», Shonda Rhimes presenta un drama donde las relaciones sentimentales, el juego político sucio y el espionaje generan giros narrativos que mantienen a la audiencia al borde del asiento capítulo tras capítulo. Pero la moda también juega un rol importante en esta producción. Tanto así, que Olivia Pope se transformó en un ícono pop marcando tendencia en su vestimenta de marcas como Dolce & Gabbana, Armani o MaxMara que la protagonista lucía en cada episodio y lo que reportó un aumento en las ventas de estas casas de modas.
TEMPORADA DE STREAMING
Una vez en Netflix, la primera producción de la guionista fue «Bridgerton». Esta serie dramática de época debutó en Navidad y dos días después de su estreno, ocupaba el puesto número dos en la lista de los más vistos de la plataforma. Pero eso no es todo, la producción se convirtió en el original de Netflix más visto en su historia, con 82 millones de hogares espectadores en el mes de su estreno y partió con el pie derecho ganando un Emmy. La serie está basada en una exitosa saga de novelas románticas escritas por Julia Quinn, que se ambienta en la alta sociedad londinense del siglo XIX y sigue las aventuras de los ocho hermanos Bridgerton.
Sin embargo, las novedades no terminaron ahí. El 11 de febrero de 2022 estrenó el éxito “Inventando a Anna”, una serie inspirada en la historia real de una joven rusa llamada Anna Sorokin, que entre 2013 y 2017 pretendió ser una millonaria heredera alemana llamada Anna Delvey –interpretada por Julia Garner, ganadora del Emmy a Mejor Actriz de Reparto por la serie «Ozark”– que terminó estafando a bancos, hoteles y amistades por casi US$ 300 mil, antes de ser arrestada y condenada.
Para la miniserie de nueve capítulos se basaron en el artículo «How Anna Delvey tricked New York’s party people», escrito por Jessica Pressler y publicado en 2018 en el New York Magazine. A través de una investigación que hace la periodista en el reportaje, desenmascara y destapa el engaño de Sorokin. En la serie, Pressler realiza labores de productora ejecutiva y se encarga de que la historia de la serie tenga la misma sensación de escándalo que la historia real, pero que sea lo suficientemente distinta para que no parezca un documental.
“Inventando a Anna” es la primera serie en ser escrita personalmente por Rhimes después de “Scandal” y no pasa por ser un proyecto de su productora Shondaland. La historia cautivó especialmente a la showrunner porque explora cómo la gente quiere alcanzar el nuevo sueño americano a través de una falsa imagen en las redes sociales, donde las relaciones son superficiales y la imagen lo es todo.
Para esta producción Netflix le pagó a Sorokin US$ 320 mil por los derechos de su historia en TV, monto del que la ley la obligó a usar parte para reembolsar a las víctimas de sus estafas. Sin embargo, luego la joven publicó un ensayo en Insider, en el que se queja de su situación y de que su vida sea expuesta en una serie, donde no menciona el dinero que recibió a cambio de los derechos por contar su historia. Hoy Sorokin está retenida por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas estadounidense, a la espera de que pueda ser deportada a Alemania.
CÓMO SHONDA SE CONVIRTIÓ EN RHIMES
A sus 52 años de edad, Shonda Rhimes ha creado un verdadero legado. Se le reconoce por ser la primera mujer afroamericana en presentar un drama exitoso en horario estelar en una cadena de transmisión y una de las showrunners mejor pagadas de la televisión. La revista Forbes estima que su patrimonio neto es de alrededor US$ 135 millones.
Como lo ha señalado en entrevistas, busca contar historias que ella querría ver y hasta ahora este barómetro le ha dado muy buenos resultados. Pero Rhimes no siempre se vio a sí misma trabajando en televisión. De niña soñaba con ser novelista, pero el ver una actuación de Whoopi Goldberg en Broadway la hizo reevaluar su futuro. En ese momento decidió cambiar su carrera y obtuvo una maestría en cine en la Universidad del Sur de California, donde descubrió una nueva forma de contar historias y trabajó como asistente en varios proyectos cinematográficos. Para el 2014, cuando la guionista tenía 44 de edad, firmó un nuevo contrato por cuatro años con ABC que le reportó US$10 millones por año.
Para 2017 -a sus 47 años- su productora Shondaland había generado US$ 2 mil millones en ingresos por publicidad, ventas por retransmisión y licencias internacionales. Pero ese mismo año es cuando Rhimes decide cambiar de rumbo y firma el contrato con Netflix por un total de US$ 100 millones por cuatro años, el que fue renovado en 2021 por 5 años más por una suma de US$ 150 millones, lo que la convirtió en una de las primeras showrunners en firmar un acuerdo con el servicio de transmisión.
En 2019, se asoció con iHeartMedia, un servicio para hacer podcast, con un contrato de 3 años para lanzar Shondaland Audio. La idea era complementar la experiencia de la televisión con la radial, así crearon podcasts como «Katie’s Crib» conducido por Katie Lowes, actriz de «Scandal». De esa forma, la experiencia de la serie puede continuar incluso después de que terminan los capítulos.
Rhimes no pierde el tiempo y la showrunner ya tiene otro proyecto entre manos para Netflix. Su próximo trabajo para la plataforma de streaming será una precuela del universo Bridgerton, una serie centrada en el personaje de la Reina Charlotte que abordará su juventud y unión con el Rey Jorge III. Los ojos de los fanáticos ya están puestos en esta próxima producción escrita por Rhimes, que promete mezclar romance con una historia que marcó un punto de inflexión a nivel social en la época. Y sin duda, como todo lo que Shonda toca, se espera que se convierta en un éxito.