Bienestar a partir de lo ornamental
Vanessa Vassilaros, Agente del Servicio de Extensión de Agricultura Comercial /Ornamentales de la Universidad de Florida

Bienestar a partir de lo ornamental


Por Marcela Venegas Hartung

Vanessa Vassilaros pertenece a una fecunda y distinguida generación de profesionales que se especializaron y trabajaron en el Centro de Investigación de la Papa de Perú (CIP), donde tuvieron la oportunidad de conocer experiencias y trabajar con investigadores extranjeros provenientes de México, EE.UU., China y África, entre otros. Esto le permitió crear redes con diferentes instituciones que se dedican a la agricultura. “Me gustó la agricultura, porque había más oportunidades de trabajo en Perú. Mi país es muy rico en cultivos y en esta área se podía aprender mucho de las enfermedades y cómo prevenirlas, por lo que mi trabajo en el CIP se empezó a enfocar en este tipo de estudios”, comenta Vanessa.

Luego de graduarse como bióloga en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y capacitarse luego en el CIP, obtuvo una beca que le permitió continuar con sus estudios en la Universidad de Florida, Gainesville, EE.UU. y sacar su maestría. “Llegué con una mano adelante y otra atrás de Perú, con ganas de comerme el mundo y vivir la experiencia”, recuerda.

Se graduó en patología en plantas, que era la misma línea de trabajo que realizaba en el CIP, y tras terminar los dos años de estudio un profesor que trabajaba asesorando a productores en temas fitosanitarios le dio la oportunidad de seguir con la investigación en detección molecular de patógenos y virus en el centro de investigación de cultivos tropicales en Homestead, al sur de Florida (ciudad de Miami). Esto le permitió trabajar de forma directa con los usuarios y sus problemas en los cultivos. Fue así como pasaron tres meses, luego seis. Pasó de part time a full time y fue entonces cuando se le abrió la posibilidad de trabajar en el servicio de Extensión de la universidad. “Ya había trabajado con viveristas, consultores, paisajistas, productores. En nuestros países no existe este sistema estructurado como tal. Y el profesor me invitó a postular. Pensé que mis posibilidades eran escasas, estaba a punto de irme y no tenía dónde caerme muerta, como se dice”. Sin embargo, su experiencia fue valorada y en 2011 la contrataron como Agente del Servicio de Extensión de Agricultura Comercial /Ornamentales de la Universidad de Florida, puesto que ocupa hasta la actualidad.

“Esta es una posición muy privilegiada porque, por un lado, siempre me mantiene humilde. Cada vez que llega un productor a plantearme un problema siento que no sé nada y tengo que hacer mi tarea de investigar y ver qué especialista me puede ayudar. Y, por otro lado, me permite trabajar con todos los investigadores la parte científica que es más aplicada a la industria y su bienestar. Llegué por mi experiencia en manejo de plagas, pero el aprendizaje ha sido constante y mutuo”, afirma.

Para el que no conoce la industria puede resultar curioso que las plantas ornamentales generen un negocio atractivo para el Estado de Florida. “En la agricultura tenemos nuestros cultivos de consumo para la alimentación y en ellos lo que más nos importa es el bienestar y la salud del fruto o del vegetal final. No importa si las hojas tienen algún defecto. En el caso de las plantas ornamentales, en el condado de Miami- Dade somos la mayor área de producción de viveros de plantas ornamentales dentro de Florida y el número uno en EE.UU. en producción de plantas de follaje en general. Estas son las orquídeas, las bromelias, suculentas, los ficus, palmeras, todo lo que vemos en nuestras casas, en los hospitales, en los hoteles de Miami Beach, lo que plantan en las autopistas, parques, todo lo que no es de consumo humano, pero están para el bienestar de las personas y sus entornos. Sus aplicaciones son variadas y el impacto de la industria no es solo local, sino que se exporta para los estados del norte de EE.UU., al Caribe y a otros países. Nuestro clima cálido permite la producción durante todo el año. Solo en el condado genera cerca de 40.000 empleos relacionados con la green industry y está muy ligado a lo que es el paisajismo urbano también.

¿Cómo funciona esta industria y cuál es su alcance?

Las plantas ornamentales logran su valor de acuerdo a cuán perfectas son. Hay muchas ramas que esta industria provee y depende de cuál es el cliente y las condiciones ambientales en las que quieres colocarlas. Hay plantas que tienen propiedades para la limpieza del aire, hay otras de bajo requerimiento hídrico y de cuidado como las suculentas, por ejemplo. Incluso algunos árboles ornamentales pueden ayudar a reducir la temperatura alrededor de un espacio de acuerdo a su posición reduciendo costos.

El nivel de exigencia del consumidor final es muy alto, si nos vamos a los viveros, pueden pasar incluso años para que la planta logre el tamaño o las características que el cliente busca. Entonces si le llega una plaga o un factor abiótico que diezma un vivero, el impacto a la venta de estos cultivos es grande.

¿Cuáles son las principales brechas que existen en el sector?

Mi trabajo busca transferir el conocimiento y la información que necesitan mis clientes para una industria muy específica. Al no ser tan conocida, la investigación e información que se maneja no es tan avanzada como las que se tiene para los cultivos estrella de consumo, porque obviamente ellos son prioridad. Otra brecha tiene relación con el idioma, ya que muchos productores no hablan inglés, entonces mi tarea es traducir y entregarles estos conocimientos.

Hay muchas enfermedades que llegan a Miami, ya que trabajamos con exportadores de Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Chile, Perú, que vienen con sus plantas y no sabemos cuál es la dinámica con esos cultivos, de ahí la importancia del control de plagas y la sanidad vegetal, ya que si es expande una plaga, afecta no solo a la industria de lo ornamental, sino que a todo tipo de cultivos.

¿Cuál es la proyección que tiene esta industria cuando mundialmente estamos afectados por el cambio climático, por una guerra y una pandemia?

Lamentablemente las noticias mundiales no son las mejores claramente. La realidad global nos afecta de una u otra forma. ¿Dónde entra la industria de los ornamentales en esto? Hemos visto una tendencia después de 2020 en donde había mucha incertidumbre en todos los ámbitos de las industrias productoras debido a la pandemia. Pero después comenzó una preocupación por el bienestar emocional, las personas comenzamos a volcarnos hacia el interior de los hogares, hacia las mascotas, los jardines, entonces tuvimos más tiempo para apreciar el bienestar mental y emocional que estas actividades nos entregan. Parece mentira, pero el tener una planta, hablarle, cuidarla, te permite una descarga emocional, que no es visible, pero es muy real. Quizás no podemos controlar muchos factores externos, pero sí aquello que nos puede brindar una sonrisa.

“Parece mentira, pero el tener una planta, hablarle, cuidarla, te permite una descarga emocional, que no es visible, pero es muy real”.

emocional, las personas comenzamos a volcarnos hacia el interior de los hogares, hacia las mascotas, los jardines, entonces tuvimos más tiempo para apreciar el bienestar mental y emocional que estas actividades nos entregan. Parece mentira, pero el tener una planta, hablarle, cuidarla, te permite una descarga emocional, que no es visible, pero es muy real. Quizás no podemos controlar muchos factores externos, pero sí aquello que nos puede brindar una sonrisa.

¿Qué otras oportunidades trajo la pandemia a esta industria?

Hubo un cambio en el comportamiento del consumidor final, privilegiando las compras en línea. Esto permitió que aquellos productores que se volcaron hacia lo online, pudieran ver importantes retornos de su producción, porque la mayoría de los consumidores, independiente de la edad, han aprendido que pueden comprarles a sus proveedores favoritos. Explotaron las redes sociales como forma de comercialización, lo que también influye en el bienestar personal de quienes forman parte de la cadena.

¿Cuál es tu mirada respecto de otros países de Latinoamérica y esta industria?

Perú, Chile, Brasil, son países que se caracterizan por la producción agrícola y si bien hay realidades muy distintas a la de EE.UU. en materia socio económica, creo que hay oportunidades, porque no han explotado esta industria de las plantas ornamentales como lo han hecho acá. Entonces podría ser atractivo explorar con qué recursos locales se cuentan para poder aprovechar esta industria. Cuáles son las plantas nativas que florecen y crecen en nuestras áreas, cuáles son sus aplicaciones, por qué en vez de planificar paisajísticamente un área con plantas que no nos son propias, lo hacemos con aquellas que sí toleren nuestras tierras, nuestro clima, nuestras plagas y entregar esa información a quienes toman las decisiones. Es importante educar desde las escuelas con este conocimiento y aplaudo a la comunidad o gobierno que se preocupe de esto, ya que se puede transformar en otro cultivo de exportación y en una forma de diversificación, para por ejemplo, el uso local de algún municipio porque consume poca agua o no son perjudiciales para la salud.

¿Cuáles son las tendencias que ves en la industria de las plantas ornamentales?

He aprendido que, aunque nuestras realidades sean distintas, no significa que estamos en desventaja, solo son formas diferentes de ver una realidad que sirve para el mismo fin. Entonces lo que en otros países se hace en un sistema estructurado como en EE.UU., en donde hay personas como yo que se dedican a la transferencia a los productores, en otros lo hace un profesor o investigadores que van a terreno a las comunidades a entregarles esta información.

En nuestras culturas (latinoamericanas) el conocimiento muchas veces no está en la academia, sino que a partir de la cultura que pasa de una persona a otra por generaciones.

Hoy hay mucho interés por el uso de cultivos comestibles dentro del paisajismo ornamental, le llaman edible gardens herbo´s garden o herbo´s plants, y también se están haciendo estudios de los cultivos medicinales desde el punto de vista científico. Estas investigaciones ayudan a conectar a estas personas con las universidades y a que pierdan el miedo de hablar con un investigador y traspasar ese conocimiento.

“Perú, Chile, Brasil, son países que se caracterizan por la producción agrícola y si bien hay realidades muy distintas a la de EE.UU. en materia socio económica, creo que hay oportunidades, porque no han explotado esta industria de las plantas ornamentales como lo han hecho acá”.

Hoy hay mucho interés por el uso de cultivos comestibles dentro del paisajismo ornamental, le llaman edible gardens herbo´s garden o herbo´s plants, y también se están haciendo estudios de los cultivos medicinales desde el punto de vista científico. Estas investigaciones ayudan a conectar a estas personas con las universidades y a que pierdan el miedo de hablar con un investigador y traspasar ese conocimiento.

Si bien las mujeres se han abierto cada vez más camino ¿Cómo es trabajar en una industria en donde lo masculino está naturalizado?

Creo que como mujeres en la agricultura tenemos una segunda línea en donde tenemos que probar que somos serias, independiente de las capacidades que podamos tener. En lo personal al ser mujer, en un país distinto al mío, trabajando en un área diferente a los cultivos que conocía, aprendí que cuando no sabía algo lo decía. Aprendí que la honestidad en cuanto al conocimiento es una herramienta que permite validar tu profesionalismo independiente de tu género. Y en ese sentido me gusta apoyar mucho a mis compañeras de equipo, investigadoras, productoras, estudiantes. Creo que es importante ser una buena mentora, ya que hay que pensar en las nuevas generaciones y traspasar mi experiencia a quién me pregunte. Tenemos que dar el ejemplo para que lo intenten, para dejar de ser excepciones y construir con acciones el sentido de comunidad.

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