El primer trimestre del año fue sin duda uno de los más difíciles para China. El país asiático, que registró los primeros brotes de Covid-19 a finales del 2019, sufrió su impacto a principios de año, cuando debió cerrar la ciudad de Wuhan durante el mes de enero para contener la expansión de la enfermedad que hoy azota al mundo entero.
El confinamiento y cierre de las actividades económicas del país se tradujeron en la primera contracción del Producto Interno Bruto (PIB) desde 1976. El ritmo de crecimiento económico acelerado de China se debe al cambio de paradigma de desarrollo por el cual optó la nación, lo que ha generado un crecimiento del PIB en torno del 9,5% anual entre el periodo de 1978 a 2005, posicionándolo como la segunda mayor potencia a nivel mundial, estabilizándose en 6,5% desde 2015 hasta 2019. Sin embargo, con el Covid-19 esto cambió.
El primer trimestre de 2020 presentó una caída interanual de la actividad económica de 6,8%, como consecuencia de la paralización de las actividades tras el confinamiento. Las estimaciones previas a la pandemia preveían un crecimiento del 6,0% anual para el 2020, sin embargo, las nuevas proyecciones del Fondo Monetario Internacional, prevén que el país será uno de los pocos que evitará la recesión del 2020 y que crecerá solo 1,2%.
Sin embargo, China registra una recuperación del 11,5% para el segundo trimestre del año en relación a lo que se presentó durante los tres primeros meses de 2020, logrando una variación interanual para este periodo de +3,2%.
El rápido control de la pandemia dentro del país asiático ha permitido que las actividades productivas y económicas retomen su normalidad, no obstante, las cifras de contagios en Europa, que hoy se encuentra en su fase de desconfinamiento, como las del continente americano, hace prever una recuperación global más lenta de la economía.
Durante 2019, China se posicionó como el principal país importador de fruta fresca del continente asiático, según datos de la Asociación de Exportadores de Fruta Fresca del Hemisferio Sur.
En conjunto con Hong Kong totalizaron el 50% de las importaciones de fruta fresca de Asia, registrando valores de US$6.300 millones y US$ 3.400 millones, respectivamente. Los 5 principales países exportadores del hemisferio sur con destino Asia durante en 2019 fueron: Chile con 814 mil toneladas (+14% en relación al 2018); Sudáfrica con 664 mil toneladas (+2%); Nueva Zelanda con 565 mil toneladas (+13%); Australia con 377 mil toneladas (+20%) y Perú con 108 mil toneladas (+5%). En cuanto a las principales especies importadas por China/Hong Kong desde los países del hemisferio sur, acorde a ingreso (US$5.200 millones), destacan las cerezas (que acumuló el 42% del valor total importado), uva de mesa (20%), kiwis (9%), los cítricos (7%), ciruelas (6%), manzanas (6%), duraznos y paltas (2%), entre otros.
Las exportaciones de fruta fresca desde el hemisferio sur han aumentado de manera sostenida hacia China, principalmente por parte de Chile y Perú. El atractivo del mercado recae en la gran capacidad para absorber altos volúmenes de fruta y los buenos retornos, esto último fuertemente ligado al crecimiento económico del país y del poder adquisitivo de los consumidores. Para ejemplificar, en 2015 el gigante asiático importaba cerca de 800 mil toneladas de frutas templadas, mientras que en 2019 esta cifra se vio incrementada a más de 1,4 millones de toneladas, prácticamente duplicando en cuatro años las importaciones.
En el caso de Chile y tras la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con China en 2005, las exportaciones hacia el gigante asiático han ido al alza, siendo actualmente el principal socio comercial de Chile.
En el caso de la fruta fresca, según cifras de ASOEX, en las últimas cinco temporadas las exportaciones prácticamente se han duplicado, pasando desde las 233 mil toneladas a 462 mil toneladas (+98%). Las principales especies que han concentrado la atención, así como el incremento, son las cerezas (+423%), arándanos (+221%), ciruelas (+119%) y palta (+78%).
Adicionalmente, acuerdos posteriores han permitido el ingreso de otras especies, con un buen comportamiento, como son los nectarines y la pera, incorporándose durante 2020 al portfolio los cítricos.
Situación similar registra Perú en sus exportaciones. Desde la firma de su TLC con China en 2010, el país asiático se convirtió en el principal destino de las exportaciones de productos peruanos desde 2011 a la fecha.
Dentro de la canasta, los envíos de productos no tradicionales como la uva de mesa, arándanos, cítricos y paltas, si bien han tenido un impulso, aún son destinados mayoritariamente al mercado estadounidense y a Europa. Eso sí, cabe destacar que durante el último año (2019) se registró un aumento en los ingresos de Perú por la exportación de arándanos destinados a China, los que alcanzaron los US$70 millones (+38 millones que el año anterior), posicionándolo como uno de los actores más relevante en el mercado asiático y a nivel global para esta especie.
La comercialización de frutas frescas este año (2020) ha presentado un comportamiento inusual en los mercados de China. Las semanas previas al Año Nuevo Chino (ANC), que se celebró el 25 de enero, los mercados presentaban un movimiento normal, marcado por menores cotizaciones para especies como el arándano, que registraban una mayor oferta que años anteriores, tanto de Perú como Chile.
En contraste, la alta demanda de cerezas los días previos al ANC, marcaban lo que sería una temporada récord para Chile, tanto por los precios como por el volumen importado. Sin embargo, con el cierre de los principales mercados de China durante las semanas 05 y 06 del año, se produjo una abrupta caída en los precios, la que no lograron repuntar. Frutas como los arándanos, las cerezas, nectarines y naranjas, presentaron sus menores cotizaciones en lo que va del año durante la semana 06, contrayéndose un -43%, -42%, -36% y -34%, respectivamente y en comparación a igual semana de 2019.
La menor demanda por parte de los consumidores que se encontraban en confinamiento, en conjunto al cierre del comercio y el canal HORECA, provocó problemas en la logística y rotación de los inventarios.
Desde entonces, los mercados en China han presentado una mayor sensibilidad a los altos volúmenes ofertados, desencadenando menores precios que la temporada anterior.
No obstante, el transcurso de las últimas semanas, el mercado chino ha registrado signos de recuperación, donde especies como las naranjas, mandarinas e incluso las cerezas de origen americano presentan mejores cotizaciones que las de la temporada anterior, eso sí, especies de largo almacenaje como las manzanas y kiwi han presentado menores precios esta temporada, pese a la reactivación de esta última tras el despeje del mercado local, lo que hablaría de una recuperación y mayor dinamismo en el consumo de frutas frescas importadas.
Las estimaciones de consumo e importación que se han realizado en China, dan por sentado un aumento significativo en la demanda de fruta fresca para los próximos años. Según Fresh Intelligence, la importación China podría aumentar desde los 5,9 millones de toneladas actuales a 9,3 millones de toneladas entre el 2020 y el 2025. El 25% de esta cifra corresponderían a frutas templadas, proyectando un alza desde los 1,4 millones de toneladas a cerca de 2,3 millones de toneladas para 2025, lo que traería consigo un gran beneficio para los exportadores del hemisferio sur.
A pesar de que las estimaciones previas a la pandemia son relevantes, es importante resaltar que los patrones de consumo, así como los hábitos de compra han presentado cambios acelerados en los consumidores a nivel global y China no es la excepción.
China ha comenzado a levantar nuevas exigencias a sus importaciones, así como también la población está adoptando nuevos patrones de consumo, los cuales son necesario conocer a la hora de comercializar.
La trazabilidad y la inoquidad alimentaria toman hoy una mayor fuerza debido a la creciente preocupación de los consumidores, los que han empezado a prestar mayor atención a la calidad y sanidad de la fruta, como también a su origen, al mismo tiempo que se registran mayores aprensiones a la hora de comprar fruta de mayor valor, sobre todo en el panorama económico actual.
El gobierno de China está fomentando fuertemente el uso de plataformas de E-commerce entre su población, como una opción segura para reactivar la economía y evitar nuevos contagios, y se espera que alcancen el 40% de las ventas y consumo del retail.
Por otro lado, la demanda de productos que posean las “3 R’s” denominados “listos para consumir, calentar o cocinar” han ganado terreno entre los consumidores, así como los envases de menor tamaño y de fácil despacho.
Se puede concluir que corren vientos de cambio en el mercado Chino. Por un lado, la demanda aparece creciente a un ritmo sólido y ciertamente mayor que el resto del mundo, y por otro se incrementan las exigencias de calidad, inocuidad, embalajes y precios.